¿Harta del veroño o qué te pasa? • Guapísimas

No es tu imaginación. Mucha gente está irascible, con el ánimo decaído y sin ganas de emprender nada. ¿Puede ser el tiempo o esto solo se justifica en una forzada conversación de ascensor?

Parece ser que sí, que en estos momentos en que no es ni verano ni otoño, aumentan las consultas psicológicas por apatía y estados depresivos. “Y las mujeres padecen más astenia otoñal que los hombres”, afirma Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen. Pues estamos apañadas.

Conozcamos bien al enemigo para poder enfrentarlo. Porque sabemos bastante sobre la astenia primaveral, esa sensación de no-puedo-con-la-vida-dejadme-dormir que se apodera de algunos de nosotros cuando empiezan los cambios de presión que anuncian la llegada del calor. Pero menos se habla de la astenia del otoño.

Astenia veroñal

Cuentan los expertos que sí, que el veroño puede provocar astenia. No es tanto por la bajada de las temperaturas (que ahora mismo es básicamente nula), sino por la inevitable disminución de horas de luz y el cambio de actividad.

En este sentido, el veroño es aliado. Cuantos más días con cielos despejados y sol radiante, menos impacto producirá el cambio de estación en las personas propensas a la melancolía y a los estados depresivos.

Los neurotransmisores cerebrales involucrados en nuestro estado anímico perciben la pérdida de tiempo de ocio, de actividades al aire libre, así como menor exposición directa a los rayos solares” (Pilar Conde)

Además, advierte la directora técnica de Clínicas Origen, el cambio de hora irrumpe siempre en este escenario, afectando especialmente a las personas que presentan problemas de conciliación y mantenimiento del sueño.

Momento de arrancar

El otoño significa nueva agenda, nuevo curso, propósitos para cumplir. De hecho, muchos tienen al 1 de septiembre como el nuevo 1 de enero. A veces, la motivación se ha diluido a mitad de octubre.

“Las intenciones de cambio y mejora en nuestras circunstancias, con las que volvemos de vacaciones, muchas veces están olvidadas ya”, señala Conde, que añade: “Las falsas expectativas no ayudan. Pueden propiciar estados melancólicos y depresivos, dependiendo del momento psicológico y emocional de cada persona”.

Solución a la astenia otoñal

La mejor manera de hacer frente es afrontar la situación, cambiar la manera en la que nos enfrentamos emocionalmente a la realidad. Es imposible dejar de tener emociones negativas, incluso son necesarias, pero podemos aprender a gestionar las diferentes vivencias y seguir adelante con ellas.

A estas recomendaciones generales, la terapeuta Conde añade una concreta para combatir la astenia otoñal: no dejarse vencer por la apatía.

Porque la apatía no es sinónimo de vida Hygge. Al principio, la apatía te puede confundir con una falsa sensación de relax y despreocupación. Ojo. “Hay que huir de esa trampa porque el “no hacer” produce cierto alivio, y puede llevarnos a pensar que es mejor la inactividad, lo que refuerza el estado depresivo”, alerta la experta de Origen.

Toma nota:

  1. Vida activa
  2. Deporte
  3. Actividades de ocio y tiempo libre
  4. Planificar bien el trabajo
  5. Repartir las obligaciones

Y, muy importante, por último cabe aclarar que la astenia no es depresión. “La diferencia principal es la intensidad y la duración. La depresión se caracteriza por presentar síntomas como tristeza, desesperanza, problemas de sueño, entre otros, durante al menos 6 meses y que dicho estado de ánimo impacte en los diferentes ámbitos de vida personal”, aclara la terapeuta.