A todos a quienes interesen las nuevas tendencias foodie y lleven meses entregados en cuerpo y alma a los sabrosos y originales (además de ligeros y completos) poké bowls, que sepan que llegan los buddha bowls.
¿Y qué son exactamente? Pues según Iñaki Iglesias, Doctor Ingeniero Biomédico, Experto en Biofisiología y Nutrición Evolutiva del Instituto de Biosalud Integral Regenerativa, supervisor de la carta de Sushita, “una mezcla de súper alimentos que te permitirán comer todo lo que necesitas en un mismo plato, manteniendo así tu peso de forma sana y equilibrada”.
Para que nos entendamos, en resumen, los buddha bowls son una alternativa saludable y novedosa a los platos combinados de toda la vida.
Los usuarios más adictos a Pinterest seguro que ya los conocen, gracias a que esta red social además de ser una fuente inagotable creándonos necesidades, es un escaparate de tendencias foodie sin fin.
El sector de la restauración lo sabe y, por ello, cada día son más los locales que apuestan en su carta por esta novedosa tendencia gastronómica, que está arrasando desde Japón a Estados Unidos.
¿Cómo se prepara un buddha bowl?
La composición de los mismos es variada, partiendo siempre de la premisa principal: crear una mezcla de ingredientes 100% healthy que reúnan los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo, mezclando con acierto hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables.
¿Cómo sería el buddha bowl perfecto? Iñaki Iglesias nos advierte: para crear el buddha bowl más completo no deben faltar estos grupos de sabores y alimentos:
- Base: Lo más habitual son los vegetales de hoja verde.
- Otros vegetales: Pepino, tomate, brócoli, zanahoria, coliflor, etc.
- Proteína: Queso, carne, huevo, marisco, tofu (cocinada al vapor, a la plancha, nunca frito)
- Hidratos de carbono: Maíz, arroz integral, boniato, patata, bulgur, quinoa.
- Dulces: Manzana, arándano, goji, mango, papaya.
- Crujientes: Semillas de sésamo, de chía, nueces y otros frutos secos.
- Salsas y hierbas aromáticas: Humus, aguacate, yogur, hierbabuena, menta.
También puedes incluir como base algo líquido, como gazpacho o una crema si quieres crear un buddha bowl para tomar con cuchara. Las opciones, como ves, son inagotables.
La clave es crear una combinación de alimentos cocinados y verduras crudas aderezadas con salsas, especias o aliño y topping de semillas y frutos secos.
Sus posibles combinaciones son infinitas, convirtiéndolos así en platos apetecibles, deliciosos y llenos de nutrientes que aporten energía y te recarguen las pilas todos tus mediodías.
Lo mejor de los buddha bowls es que contemplan hidratos de carbono de bajo índice glucémico como la quinoa y la batata y proteínas vegetales en todas sus versiones.
Apostamos porque los buddha bowls harán las delicias de todos los amantes de la dieta equilibrada y la vida sana, y de aquellos que busquen salir de la monotonía. Y tú, ¿ya los has probado?
