Seguramente, estás harta de escuchar este dato. Sin embargo, habrá que repetirlo hasta que no quede nadie sin saberlo: Cada año se vierten 8 millones de toneladas de plástico en los océanos. La mayor parte de estos plásticos proceden de productos de un solo uso.
La idea de usar cosmética sin envase (en la medida de lo posible) es altamente tentadora y cuasi-obligatoria. ¿A qué nos referimos? Pues, por ejemplo, a jabón en pastilla, mantecas corporales y champú sólido. Sin olvidar todas las alternativas posibles a los objetos desechables como discos de algodón o bastoncillos.
“Al elegir un champú sólido sobre la alternativa embotellada, evitas que tres botellas de plástico vayan al vertedero”, contaban hace poco los portavoces de la marca Lush al presentar a prensa su campaña contra la contaminación por plástico, lucha en la que tienen mucho dicho y hecho desde los años 80.
“En los últimos 14 años, se han vendido 41,3 millones de unidades de champú sólido, lo que supone 124 millones de botellas de plástico que ya no se fabrican, el equivalente a 3.100 toneladas de plástico que se le han ahorrado al planeta. Eso es casi el 4% de la superficie de la isla de basura del Gran Pacífico” (Lush)
Cuentan desde la compañía británica que sus champús sólidos, verdaderos pioneros de esta industria, son autoconservantes (esto va para las que todavía recelan del parabeno; al no contener apenas agua, el champú sólido no necesita conservantes sintéticos) y, aunque llevan sulfatos, también incorporan mantecas y aceites esenciales que los hacen gustosos y bienolientes.
Todas tranquilas: Limpian igual que los líquidos y, de hecho, ya los fabrican para diferentes necesidades en marcas de reconocido prestigio.
Anabel Vázquez, socia de la tienda online Laconicum (que vende la mítica marca Rescue My Hair) sabe bien por qué el champú sólido gana adeptos cada día: “La preocupación por la cosmética sostenible y por los procesos respetuosos aumenta y la cosmética se une a ella. Estos champús recogen una sensibilidad para la que no hay vuelta atrás. Además, están bien diseñados y son muy amables”.
¿Cómo se usa el champú sólido?
- Moja tu pelo
- Desliza la pastilla varias veces por el pelo o trabájala en las manos para crear espuma
- Masajea suavemente la raíz y el cabello, como lo harías con un champú líquido
- Acláralo y, si tu pelo requiere un cuidado extra, utiliza un acondicionador o mascarilla
- Deja la pastilla al aire libre para que se seque y ya estará lista para el siguiente uso
(Fuente: Lush)
Ventajas del champú sólido
- Cada pastilla dura lo que tres botellas de champú de 250 ml.
- Es totalmente respetuoso con el medio ambiente
- Reducción del 100% de plástico en su embalaje
- Reducción de CO2 en su transporte
- Producto 100% reciclable
- Es muy práctico. Se puede llevar al gimnasio, en el equipaje de mano del avión
- Su larga duración le confiere una excelente relación calidad precio
(Fuente: Laboratorios Válquer)
