La depilación con hilo, o threading, es una técnica ancestral muy popular procedente de La India. Se realiza con una simple hebra de hilo 100% algodón y mucha maestría con las manos. El hilo se enrosca sobre la piel y se hace girar con movimientos rápidos y precisos, atrapando el vello de raíz. Está especialmente indicado para el rostro (cejas, labio superior, mentón, pómulos, entrecejo y patillas) aunque a veces se usa para perfilar con precisión una línea de bikini, por ejemplo.
LAS VENTAJAS DEL THREADING:
- Resulta increíblemente precisa. De ahí que sea ideal para cejas.
- Permite depilar al milímetro, respetando fielmente las proporciones faciales.
- Es capaz de eliminar el vello muy corto y también el que está crecido.
- No produce irritación porque no levanta la primera capa de piel, como hace la cera, por ejemplo.
- Comparado con la depilación con pinzas, el threading duele poco porque el vello es extraído más rápidamente.
Si usas retinol, no es bueno depilarse con cera porque elimina la capa superficial de la piel. Algo que no hace el threading.
El cuidado posterior es importante, ya que el paso del hilo realiza un suave efecto peeling que deja la zona expuesta dando lugar a pequeñas infecciones y granitos. Se recomienda no exfoliar el rostro hasta pasados, al menos, cuatro días. No se debe exponer la zona al sol en las primeras 24 horas (tampoco en el caso se usar cera). Hay que evitar escrupulosamente tocarse la cara con las manos sucias.
¡ATENCIÓN, CONSEJO!
Si la zona se siente irritada, se puede recurrir a hidrolatos calmantes a base de camomila o rosas o también gel de aloe vera puro para refrescar, regenerar y evitar la proliferación bacteriana. Si molesta, se puede aplicar frio (una bolsa de hielo envuelta en una toalla muy limpia).
