Al igual que pasa en el sector de la alimentación y otros, algunas firmas de cosmética han empezado a prescindir de embalajes innecesarios. Demasiado papel y plástico que, muchas veces, acaba en vertederos o en el mar.
Es el caso de Lush, que vende productos “naked”, y en los que envasa usa para ello plástico reciclado con residuos de, entre otros lugares, la isla de plástico que hay en el océano.
Cada vez más preocupados con qué hacer con tanto envase que, muchas veces, separamos sabiendo que nunca se reciclará, está en nuestra mano cambiar el paradigma.
¿Qué pasaría si empezáramos a comprar productos sin embalaje o con embalajes que nos garantizaran ser reciclables o reutilizables?
Hay muchas, aquí hablaremos de algunas. Por ejemplo, la francesa Clarins es pionera en el respeto a los océanos. Concretamente, al plástico que flota en la superficie y puebla los fondos marinos.
Su apoyo va en dos direcciones: por un lado, apoya el reto “Plastic Odissey”: un catamarán de 25 metros propulsado exclusivamente por residuos de plástico marino (recogen los envases y a bordo seleccionan los residuos no reciclables).
Por otro lado, los tubos y frascos de la línea Solar Clarins ya se han fabricado con plástico reciclable. Y las cajas y folletos se imprimen en papel elaborado de madera producida en bosques gestionados con criterio sostenible.
Otro caso reseñable es el de la americana Aveda. Desde la firma comunican que actualmente, el 90 % de sus botellas de plástico de polietileno de alta densidad (HDPE) utiliza un mínimo de un 80 % de material reciclado fabricado con botellas de leche.
Además, dos de sus novedades (entre ellos, el champú exfoliante que verás más abajo), están envasados en botellas con un 100 % de HDPE reciclado. También utilizan PTE de botellas de agua y gaseosa recicladas para muchas de sus botellas y tarros (el 90% de sus botellas, de hecho).
Esto, que parece un dato sin más, parece ser que ahorra a la compañía más de 600 toneladas de plástico virgen cada año (HDPE o PTE).
Existe una marca patria, Rituals, que además de crear los más holísticos y gustosos productos para baño (y cabello, y cuidado de la piel…), están comprometidos profundamente con las tres erres: reutilizar, reducir y reciclar.
Desde la firma nos cuentan que usan el máximo posible de materiales reciclables y reciclados, además de promover las recargas.
Sus recargas son lo más. De hecho, son un cuarto de sus ventas. Por otro lado, se esfuerzan en que sus botellas sean de PET reciclado, además de buscar innovadoras formas de obtener y desarrollar materiales limpios y seguros.
En el resto del envoltorio, solo utilizan papel con certificado FSC y, siempre que es posible, papel reciclado. Cuando en los envases hay madera, es de bosques europeos de gestión sostenible y cuenta con certificado oficial PEFC.
Los cofres de regalo, uno de sus productos de más éxito, se presentan en bonitas cajas reutilizables, eliminando el uso de papel.
Todas estas acciones se traducen en seis millones de veces menos de plástico que acaba en el vertedero.
Si te animas a comprar cosmética en envases reciclables, aquí te hacemos una selección para que renueves tu neceser de cara al verano:
