Se acerca la ansiada normalidad y no todos están deseándolo • Guapísimas

Aunque suene increíble, después de todos los meses que llevamos con sensación de encierro, los expertos alertan: gestionar lo que conlleva recuperar la normalidad no será sencillo para todo el mundo.

Por fin decayó el estado de alarma, nuestros padres y abuelos comienzan a estar vacunados, la inmunidad se ve cerca y, por tanto, la vida pre-COVID se vislumbra en el horizonte. Volver a salir y entrar sin restricciones está más cerca que nunca.

Aunque objetivamente es una gran noticia, parece ser que no todas las personas están deseando volver a salir de fiesta y apuntarse de cabeza al próximo evento multitudinario. El miedo está dentro del cuerpo y para algunos tardará en irse. No hay problema. Solo hay que saber cómo enfocarlo.

“Hay personas que sienten ansiedad solo con la posibilidad de imaginarse rodeadas de gente de nuevo, o volviendo a la oficina después de más de un año de teletrabajo, incluso la posibilidad de volverse a abrazar puede suponer un agobio”, explica Ixi Ávila, coach experta en inteligencia emocional.

¿Por qué el miedo a la normalidad?

Apuntan los expertos en psicología que la situación de la Covid-19 ha sido traumática y el miedo a poder contagiarse del virus no va a desaparecer de la noche a la mañana. Aunque ya tengamos vacuna, sigue habiendo mucha incertidumbre. A esto se le suma la ansiedad social, que es mucho más común ahora que antes, y que va a ser un auténtico reto después de tanto tiempo aislados.

“Cada persona vivirá la vuelta a la nueva normalidad de una forma diferente y a su propio ritmo. Un estudio realizado en marzo de este año por la Asociación Americana de Psicología descubrió que el 49% de los americanos se sienten incómodos a la hora de volver a las interacciones sociales que se daban pre-pandemia”, aclara la experta.

Por ello, cabe atender a unos tips que, puestos en práctica sin pausa pero sin prisa, pueden ayudar a aquellos que se les atragante la gestión de vuelta a la normalidad:

  1. Más empatía. Como habrá personas que vivirán esta transición con verdadera ansiedad, es básico respetar los diferentes niveles de comodidad y marcar los límites necesarios para que todo el mundo se pueda adaptar poco a poco.
  2. No tener prisa por abandonar la zona de confort. Todo será más sencillo si nos vamos adaptando progresivamente. Se puede empezar quedando con una persona cercana y, poco a poco, ir aumentando tanto en tiempo como en cantidad de personas, hasta que se recupere la costumbre de hacer vida social.
  3. El descanso y los buenos hábitos, también importan. En este momento en que la ansiedad acecha, hay que descansar con más frecuencia y cubrir todas nuestras necesidades. En momentos de cambio y de adaptación es natural que nos cansemos con más facilidad. Por eso es importante tomarse tiempos de parada y descanso, y escuchar al cuerpo para poder respetarnos e ir incorporando los hábitos que antes teníamos.
  4. Habla, comunícate. No hay que tener miedo ni vergüenza de decir cómo nos sentimos. Hay que validarlo. Tal y como se muestra en el estudio americano mencionado, hay muchas personas que se están sintiendo así. Lo peor que podemos hacer es sentirnos culpables por las emociones que aparezcan. Para superar la ansiedad en este momento, necesitamos permitirnos sentirla y procesarla para que cumpla su función y se pueda marchar.