¿El chocolate provoca granos? • Guapísimas

Si eres de la generación de la Super Pop, seguramente habrás pasado media vida escuchando que chorizo y chocolate son culpables de la aparición de granos. Quizá, a estas alturas, ya sabrás que no es cierto.

Porque no lo es. Es decir, que por el mero hecho de comer esos alimentos no te va a brotar el acné. Lo que sí puede ocurrir -y por eso relacionas una cosa y otra- es que ambas circunstancias (el lanzamiento en picado a la tableta y la aparición del grano) se den simultáneamente. Puede ser. Pero por una sencilla razón: ambas cosas ocurren con cierta frecuencia en esos días.

El deseo de dulce puede aparecer en la ovulación, igual que el grano. Ambos por motivos hormonales. Así que, como decíamos al principio, escuchemos a los expertos en cuidado de la piel cuando advierten: cómo afecta lo que comes (o no comes) a los brotes de acné va por otros derroteros. Y no tiene nada que ver con el chocolate y el chorizo.

La carga calórica y glucémica

Una de las autoridades sobre el tema en España, el dermatólogo José Luis López Estebaranz, que dedicó un capítulo entero a este asunto en su libro Acné, novedades terapéuticas y tratamientos cosméticos (Aula Médica, 2018), lo aclara de esta manera:

Con frecuencia se culpa al chocolate y a los embutidos, pero no hay evidencias científicas que lo demuestren. De hecho, cada persona reacciona de modo diferente ante alimentos concretos, siendo a veces más determinante la mala digestión que el alimento en sí”.

Ahora bien, igual que dice esto, dice más cosas. Algunas, novedosas. Habrás escuchado que el gluten y la lactosa empeoran el acné, pero tampoco es cierto. “No son los lácteos los que agravan el acné, son los lácteos desnatados, a los que se pone azúcar extra”, explica. Y concluye: “En realidad, cualquier alimentación con carga glucémica alta perjudica la piel propensa al acné”.

A esta teoría se suma la doctora Paloma Cornejo Navarro, dermatóloga, que alerta: “En el tratamiento del acné se hará hincapié en la alimentación, reduciendo los lácteos desnatados y los alimentos de alto índice calórico-glucémico”.

¿Algún alimento provoca acné?

No, ninguno. Así de clara y rotunda se muestra también en su cuenta de Instagram la Dra. Ana Molina, dermatóloga y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. “Los alimentos no son la causa del acné, pero pueden desencadenar brotes en pacientes predispuestos”, aclara.

Según su criterio, el acné no se relaciona con alimentos concretos como chorizo o chocolate (como decíamos al principio), sino con la alimentación en general.

“Uno de los artículos científicos más recientes y extensos publicado hasta la fecha en la revista JAMA Dermatology, sobre la relación entre el acné y la nutrición, establece una clara relación entre el empeoramiento del acné y la famosa western diet”, apunta.

Esta dieta se caracteriza por ser rica en ultraprocesados, azúcar y grasas:

AZÚCAR: Parece la relación más sólida, especialmente con las bebidas azucaradas.

GRASAS: Especialmente las saturadas, de origen animal o que van mezcladas con azúcares.

LECHE: Sobre todo, la leche desnatada. Aunque no se aconseja retirar la leche de la dieta.

En resumen, según la doctora, la dieta dermosaludable coincide con la saludable. “Si quieres tener una piel sana y evitar brotes de acné, lo mejor es aumentar el consumo de vegetales, frutas y legumbres, olvidar los ultraprocesados y elegir las grasas y aceites de perfil más saludable”, sentencia.

Piel y alimentación

A pesar de esta clara llamada al sentido común, sí es cierto que algunos nutrientes afectan al estado de la piel. El también dermatólogo, Ricardo Ruiz, lo explica así en su blog:

“A pesar de que no haya una dieta específica para mejorar la piel, lo cierto es que hay determinadas moléculas que son importantes para mejorar algunas enfermedades cutáneas”.

Nos ofrece estos ejemplos:

  1. La vitamina C cura el escorbuto
  2. La falta de zinc produce eccemas alrededor de la boca en niños
  3. La vitamina B6 (piridoxina) mejora algunos síntomas como ‘hormigueos’ en manos
  4. La falta de vitamina A produce lesiones en la boca
  5. La vitamina D parece estar implicada en la dermatitis atópica
  6. La falta de hierro produce pérdida de pelo y fragilidad ungueal (de las uñas).

Pero, con todo, tranquiliza afirmando que, si sigues una dieta saludable, es poco probable que padezcas algún déficit de estas sustancias.