A todas las que adoramos una buena manicura, nos gusta llevar las uñas con el color súper brillante y, por las mismas, odiamos cuando éste empieza a gastarse, se levanta en la punta o se descascarilla sin piedad.
La calidad del esmalte influye bastante en que esto ocurra antes o después pero es, sobre todo, la forma de aplicarlo lo que marca la diferencia.
Entre poner el esmalte de cualquier manera en una sola capa y hacerlo con el protocolo adecuado existe un océano de durabilidad.
Para empezar, al tiempo que eliges el color que lucirás en tus uñas, es importante que te hagas con dos o tres productos más. Te decimos cuáles son.
Productos que ayudan a fijar el esmalte
Para empezar, la base. Es imprescindible porque protege la superficie de la uña, impide que amarillee por el uso de esmaltes oscuros, alargara la duración de la manicura o pedicura, mejora la adherencia del esmalte, refuerza la uña…
Aplica la base pincelando tres veces y sellando siempre el borde de la uña
A la hora de esmaltar, coge bien el pincel. Esto es, sujetando el pincel a 45 grados. La pincelada debe ser suave y la primera capa abundante, pincelando más de tres veces, y sellando el borde de la uña.
No tengas prisa. Hay que dejar secar cada capa mínimo un minuto y continúa con la segunda capa en menor cantidad pero de la misma manera que la primera capa
Que no falte el brillo. Aplica una capa generosa de top coat.
Entre manicura y manicura, nutre la uña (aunque esté pintada) y la zona de la cutícula dando un breve masaje con aceite especial para cutículas. Estos son los mejores.
