El carmín es un color que nos atrae a todas, aunque no sepamos a ciencia cierta si nos favorece. Lucirlo maravilloso exige un ritual experto. Un rouge impecable, como de pasarela, es fácil si sabes cómo hacerlo.
Aprende a pintar los labios rojos perfectos, en diez sencillos pasos:
- Aplica un acondicionador de labios sobre todo el área, saliéndote un poco de la línea natural. Esto ayuda a prevenir que el color se cuartee o se desplace. Déjalo secar.
- Saca el espejo de aumento porque ayuda a ser muy precisa con el pincel y a maquillar perfectamente el labio.
- Delinea con un lápiz neutro o que tenga exactamente el mismo tono que la barra con la que vayas a rellenar después.
- Para delinear correctamente el labio, comienza haciendo una cruz en el arco de Cupido que vaya desde lo más alto de una curva y otra desde la otra curva hacia abajo. Así te aseguras respetar su forma. Después, dibuja todo el labio desde el centro hacia los extremos.
- Un truco que usan los maquilladores para que dure más tiempo es rellenar con el lápiz delineador todo el labio y, después, aplicar la barra.
- Aplica (siempre que te sea posible, con un pincel de labios) el tono de rojo que hayas elegido. Empieza por el centro, extendiendo hacia los lados. No olvides las comisuras.
- Presiona suavemente los labios con un papel y repite la aplicación del color de labios.
- Si te apetece dar un toque de gloss en el centro para dar mayor volumen, hazlo sin moverte mucho hacia los lados o solo conseguirás que el color se desplace fuera de los bordes y se estropee el resultado final.
- Corrige las zonas en las que te hayas podido salir de la línea con un bastoncillo de algodón impregnado con una gota de desmaquillador de ojos.
- Aplica un poco de iluminador con un pincel fino (o si es lápiz, bien afilado) remarcando el arco de cupido y el borde central del labio inferior.