¿Quieres llevar la doble limpieza al siguiente nivel? • Guapísimas

Decimos que esto va para quienes quieren llevar la doble limpieza al siguiente nivel. Y te preguntas: ¿Doble limpieza?. Sí, en dos pasos, al estilo de las japonesas.

El primer paso es disolver la suciedad liposoluble (filtro solar, maquillaje y exceso de sebo) con un producto oleoso: aceite, leche o bálsamo.

El segundo, terminar de limpiar la piel con un producto espumoso que se aclare con agua y pueda retirar todo aquello que es hidrosoluble: células muertas, polvo y restos de polvo o polución.

¿Por qué decimos que un bálsamo desmaquillante es el producto ideal para hacer ese primer paso por todo lo alto? Porque es un híbrido entre aceite y leche, de textura sólida que viene enriquecido con agentes tratantes. Es decir, que además de dejar la piel impoluta, esta queda nutrida y sin rastro de sequedad ni irritación.

Cómo se usa el bálsamo desmaquillante

  • Lo primero de todo, antes de tocar la cara, hay que calentar el bálsamo frotando las manos, de forma que pase de su textura sólida inicial a otra aceitosa que te permita repartirlo correctamente por toda la cara.
  • Así que saca una nuez de producto y caliéntalo con las manos hasta que se vuelva aceite.
  • Repártelo por la cara
  • Si quieres, puedes usar primero un desmaquillante específico que deje limpios ojos y labios o bien ir directamente con el bálsamo.
  • En ese caso, los expertos recomiendan primero masajear el rostro y, después, ojos y labios.
  • A la hora de retirarlo, conviene ser bastante cuidadoso porque los aceites, si no se aclaran bien, pueden meterse en los ojos.
  • La mejor forma de retirarlo es usando una muselina de algodón o un disco lavable un poco humedecidos.
  • También se puede emulsionar con agua, según el gusto cada uno. Aunque en este caso no se aprovechan tanto las propiedades nutritivas del bálsamo. En caso de usar agua, verás que se convierte en una especie de leche que también hay que retirar con toalla.