Hace unos días hablábamos de cómo muchos médicos piensan que unas gotitas de botox antes de ir a la playa pueden venir bien de cara a no marcar más algunas arrugas (sobre todo, del tercio superior del rostro).
Sostienen estos expertos que, si relajas la zona de la frente y alrededor de los ojos, al intentar defenderte del sol o las salpicaduras del agua, no puedes hacer el gesto de achinar la mirada y fruncir el ceño y, por tanto, esas arrugas dinámicas vuelven de vacaciones menos marcadas (cuando, normalmente, es al revés).
Ahora bien, dicho esto y sin quitarle un ápice de verdad, conviene saber también que las infiltraciones de toxina botulínica en verano pueden tener su “cara B”. No es algo de lo que se hable demasiado pero no, por ello, deja de ser cierto.
Programar el tratamiento teniendo en cuenta los viajes en avión, evitar durante diez días el casco integral o las gafas de bucear y ser especialmente cuidadoso con el ejercicio y el sol son algunos de los consejos específicos de verano que siempre doy a mis pacientes”
Esto lo apunta el Dr. José Vicente Lajo Plaza, médico estético y director de su propio centro médico en Madrid. Con él revisamos eso que casi nadie te cuenta sobre pincharse antes de vacaciones.
Precauciones a tomar antes del botox estival:
- Ojo con los viajes largos en avión: “Es esencial espaciar el tratamiento y los vuelos, sobre todo si son largos (más de tres horas de duración). La presión de la cabina puede afectar al tratamiento y es preferible esperar unos días antes de embarcar”, explica el doctor.
- Sol, sí, pero no tanto. Es otro efecto negativo más de la radiación ultravioleta. “Aunque no con demasiados detalles, se sabe que la formación de radicales libres puede reducir la duración de los resultados”, explica el especialista. “También es cierto que, al haber más horas de luz al día, la toxina botulínica puede durar menos, ya que guiñamos más los ojos para protegernos del resol”.
- ¡Atención, moteros y buceadores! “Los pacientes ya son conscientes de que no deben usar casco integral de moto durante los días posteriores a una infiltración de toxina, pero quizás tienen menos en cuenta elementos más propios del verano como son las gafas de bucear ¡y hasta los gorros de piscina y sombreros encajados! Mi recomendación es evitar estos complementos durante, al menos, diez días, ya que hay riesgo de que el producto se difunda y actúe en zonas donde no queremos que actúe”, revela el Dr. Lajo Plaza.
- Las primeras 48 horas, tranquilita… Aquí, el doctor es rotundo: “Siempre extiendo la prohibición de dormir de lado o boca abajo, hacer ejercicio y bajar la cabeza durante, al menos, dos días completos”.