Microbiota desequilibrada: se carga la dieta • Guapísimas

No hay nada más frustrante que alguien con sobrepeso, buscando recuperar su salud y mejorar su estética, esforzándose en una dieta hipocalórica, introduciendo sesiones de ejercicios… y estancada en su peso.

Sin dejar de lado que los procesos de pérdida de peso deben hacerse siempre de la mano de un profesional de la dietética y la nutrición, es importante estar al día de algunos factores que pueden estar boicoteando el plan.

Es imposible que nada sustituya a una dieta bien planteada para el objetivo de perder peso, ayudado por un aumento del gasto calórico en forma de ejercicio físico pero, al igual que sabemos que no todas las formas de activar el cuerpo son igual de efectivas a la hora de perder peso, lo mismo pasa con la dieta de adelgazamiento.

¿Sabías que la microbiota intestinal puede ser culpable de que no pierdas peso -aunque hagas dieta- o de que tu metabolismo esté ralentizado?

Equilibrar la microbiota para adelgazar

Para empezar, conviene aclarar qué es la microbiota y avanzar que, teniéndola equilibrada, se puede reactivar el proceso de pérdida de peso. Porque aquí no todo son malas noticias. Es fácil equilibrar la microbiota para adelgazar. Se puede hacer mediante algunos cambios en la forma de alimentarnos, algunos cambios en las costumbres y, también, echando mano de algunas pastillas de farmacia.

Pero volvamos al comienzo: ¿qué es la microbiota intestinal? Pues ni más ni menos que la famosa flora intestinal de la que hablan en los anuncios de yogures: un conjunto de microorganismos que hay en el intestino. Entre estos microorganismos hay bacterias nativas, que serían con las que nacemos y adquirimos durante el primer año de vida, y bacterias que se adquieren a través de los alimentos.

Entre esas bacterias, las hay beneficiosas y las hay perjudiciales. Cuando la microbiota se desequilibra, ganas las malas y bajan las defensas, además de que, entre otras cosas, el cuerpo no gasta de forma correcta.

La revista Nature ya en 2006 publicó un trabajo que demostraba que la obesidad podía tener algo que ver con determinados tipos de microbiotas alteradas.

Los expertos en aparato digestivo saben que el estado en el que se encuentre la microbiota tiene mucho que ver con el engordar y el adelgazar por estos motivos:

  1. Interviene en la producción de la leptina y la legrina (hormonas del apetito y de la saciedad, respectivamente)
  2. Está relacionada con la absorción de grasas
  3. Afecta a la regulación de los niveles de glucosa en sangre, entre otras cosas.

Durante la presentación de unas pastillas de Oenobiol llamadas Captador 3 en 1 Plus  (que no son un suplemento nutricional cualquiera, sino un producto sanitario), el doctor Ángel Álvarez Sánchez, responsable del área de trastornos funcionales del hospital clínico San Carlos de Madrid, lo razonaba así: “La microbiota humana se puede alterar por culpa de los partos, la lactancia, un mal estilo de vida, factores geográficos y la dieta, sobre todo la de la infancia”.

La buena noticia es que la microbiota siempre se puede volver a equilibrar.

El problema de la microbiota de la gente con obesidad es que ésta es distinta, más pobre y no tan diversificada. Esto puede ser genético o adquirido. En ambos casos, tiene solución.

Reforzar las bacterias buenas

En el intestino hay bacterias beneficiosas y otras no tanto. Reforzar las buenas, además de subir las defensas, ayuda a controlar el exceso de peso.

“Para adelgazar de forma sostenida y saludable, a largo plazo, es muy importante que en el intestino crezcan las bacterias beneficiosas en detrimento de otras asociadas a la obesidad”, explicaba el doctor.

Aquí es cuando entran en juego los famosos prebióticos. Son los que alimentan a las bacterias buenas y hay que comprarlos en farmacia con un buen asesoramiento.

Las pastillas a las que aludía antes tienen la función de captar grasas y azúcares de las comidas pero, además, ayudan a equilibrar la flora intestinal, la microbiota, haciendo que la dieta de adelgazamiento funcione más y mejor.

Este producto está catalogado como producto sanitario, lo que significa que tiene estudios científicos publicados que validan su eficacia.

Su eficacia es que son capaces de equilibrar la microbiota intestinal en solo 48 horas. ¿Cómo lo hacen? Incluyendo probióticos y prebióticos. Explico:

Los PRObióticos son microorganismos vivos y los PREbióticos, el alimento de los anteriores.

Estas pastillas tienen acción prebiótica que incrementa las bacterias beneficiosas para el control de peso (+ 187% de Bifidobactérias y +25% de Bacteroidetes), al tiempo que bajan la proporción de bacterias asociadas al sobrepeso (-30% de Firmicutes, unas bacterias que requieren mucha energía y por eso impulsan a una mayor ingesta de alimentos, que se traduce en un aumento de peso).

En la microbiota intestinal de las personas obesas hay normalmente muchas más Firmicutes que Bacteroidetes”

Conclusión: Se puede perder más peso si se equilibra la microbiota intestinal, es decir, si se  incrementan las bacterias que ayudan a la combustión de grasas y el control de la glicemia y se reducen las bacterias asociadas al sobrepeso, que nos impulsan a comer más.