¿Es malo usar vapor en las limpiezas faciales? • Guapísimas

Aunque esto de la limpieza de cutis con vapor de agua pueda parecer una cuestión más antigua que el hilo negro, se sigue haciendo.

Se sigue usando el vapor en las limpiezas faciales, por un lado, y, por otro, se sigue dudando de si es el mejor método posible para facilitar la extracción de suciedad que se queda dentro de los poros.

Si preguntas a las que tratan pieles a diario y defienden que toda delicadeza es poca, te dirán que, al contrario de lo que a menudo se piensa, el vapor no abre el poro. Es más, usarlo puede resultar bastante perjudicial para la piel, sobre todo para las más sensibles y aquellas con rosácea o cuperosis.

Lo deja claro cristalino Elisabeth Álvarez, directora del centro de belleza INOUT: “Una correcta higiene facial se hace en frio, no con vapor”.

Ella misma nos dice cuáles son las principales pegas de usar vapor de agua directamente sobre el rostro.

“En la mayoría de los casos supone una agresión para la piel, sobre todo si no damos con un buen profesional, y corremos mayor riesgo de acabar con marcas e irritación”, apunta y especifica que ella, al menos, no la recomienda.

A ningún tipo de piel, ni siquiera a las más grasas y propensas a las impurezas (en las que, seguro, estabas pensando ahora mismo).

“Sin ir más lejos, aquellas pieles con problemas de acné (además de las que sufren rosácea o sensibilidad) pueden ver su problema agravarse”, alerta.

El vapor no abre el poro

Primero, porque los poros no son puertas, que diría la gran dermatóloga Ana Molina. Y, después, porque aunque el calor dilata ligeramente el poro, este no dispone de un músculo capaz de contraerse y dilatarse.

Su solución, por tanto, para hacer una limpieza profunda de los poros (que siempre será mejor si se realiza más suave a diario que de forma agresiva cada equis semanas o meses), es el agua salina y el oxígeno a presión.

¿Vapor? Mejor agua salina y oxígeno

Álvarez nos describe la técnica que ella propone para dejar los poros como los chorros del oro, paso a paso:

  1. Después de una doble limpieza y exfoliante, con las que nos aseguramos de eliminar la suciedad más superficial, añadimos el sistema que combina agua salina y oxígeno a presión. Con ello se eliminan las impurezas y células muertas sin agredir a la piel.
  2. Además, el mecanismo activa la circulación (para que la piel esté más receptiva a futuros activos que le vayamos aplicando) y estimula el poro, de tal manera que facilita la extracción pero no queda dilatado. “Por eso la piel no se ensucia tan rápido como cuando se usa vapor”, aclara la experta.
  3. Después, desinfectamos la piel con ozono
  4. Aplicamos un cóctel de sérum personalizado junto con luz led y aquaphoresis para ir calmando y mejorando la hidratación
  5. Oxigenamos la piel para revitalizar y seguir saneándola, realizamos masaje y la crema final con protección solar.

¿Te conviene este tipo de limpieza profunda?

La directora de INOUT la recomienda a todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.

Al hacerla en frío, con agua salina y oxígeno, es muy calmante y nada irritante”, argumenta.

Y, por si te animas a hacértela, deja claro que el resultado es una piel muy luminosa, oxigenada y sin la irritación típica después de una higiene profunda.

Datos prácticos:

Se puede hacer una vez al mes

Se tarda una hora

Cuesta 75€

INOUT está en Barcelona