¿Qué hay de malo en hacer tus propias cremas? • Guapísimas

Jugar a hacer cosmética puede resultar atractivo y divertido pero también salir muy caro. Caro para el bolsillo, ya que el producto final muchas veces es cero eficaz y también caro para la salud. Erupciones, irritaciones, quemaduras…

Además, no perdamos de vista que pueden ocurrir accidentes mientras se manipulan sustancias que solo deben estar en manos expertas.

Por ejemplo, la elaboración casera de jabón es peligrosa. Sin ánimo de asustar, conviene que, el que no la conozca, atienda a la historia de Marta Bustos, @stuntmanmarta en Instagram, una joven de 24 años que este verano sufrió un brutal accidente mientras elaboraba jabón casero.

Haciendo la mezcla de sosa cáustica, aceite y agua en su propia casa, el experimento le explotó en la cara y le provocó graves quemaduras en los ojos que le dejaron ciega. Actualmente ya la han operado una vez y pronto le volverán a operar. Aunque está mejorando, es casi un milagro que haya conservado los ojos.

Eso nos debe enseñar que hacer jabón no es algo que pueda hacerse en casa como quien mezcla body milk con azúcar o sal para exfoliarse las piernas en la ducha… Mucho cuidado.

Cosmética casera, ¿sí o no?

En cuanto a otro tipo de cosmética, como mascarillas faciales a base de frutas, huevo, AOVE, aloe directamente de la planta, etc. Tampoco parece buena idea. Al menos, eso piensan los expertos en cuidado de la piel.

En esta ocasión hemos preguntado a Gema Herrerías, farmacéutica titular de A5 en Sevilla, experta en dermocosmética y creadora de su propia línea, gh: ¿Por qué la gente se lanza a crear su propia cosmética? ¿Qué resultado espera?

“La tendencia en cosmética casera es debida seguramente al interés por lo natural, pero es importante recalcar que natural no es sinónimo de seguro, explica Gema Herrerías, que lo argumenta así:

La cosmética natural no es intrínsecamente segura e inocua. Los ingredientes o productos naturales no son más seguros que los sintéticos. La seguridad de un producto cosmético, natural o no, debe garantizarse de acuerdo con las regulaciones cosméticas de obligado cumplimiento que marca el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 de productos cosméticos”.

El problema de la cosmética natural no es solo que no sea segura (que es lo más importante), sino que puede llegar a ser ineficaz.

En cuanto a la seguridad, la experta se refiere a que puede constituir un riesgo para la salud de la piel: “No se controla la posible contaminación, las concentraciones empleadas, ni la estabilidad de los ingredientes, ni siquiera el pH de la fórmula final, ni tampoco la biodisponibilidad de los ingredientes en la piel, entre otros muchos factores indispensables para su eficacia y seguridad”.

Motivos para no hacer tus propias cremas

Hace tiempo explicamos en otro post por qué no conviene hacerse mascarillas caseras. Lo puedes leer aquí.

Recurriendo a Herrerías, desentrañamos también por qué no es buena idea intentar hacer tus propios sueros, cremas, etc. con recetas sacadas de Internet. Los tres motivos que ella esgrime son:

  1. CONSERVANTES: Los cosméticos caseros no incluyen conservantes, que son necesarios para evitar una contaminación de los productos capaz de afectar a la seguridad de los consumidores. No pasan la prueba challenge test que valora la eficacia del sistema conservante del producto cosmético, donde se inoculan microorganismos patógenos. En casa no se cumplen las condiciones de un laboratorio, ni la desinfección necesaria. De hecho no se deberían emplear los utensilios de cocina para su elaboración.
  2. ESTABILIDAD: Un usuario no profesional no sabe cómo aplicar los criterios de estabilidad del cosmético, no conoce las incompatibilidades de los ingredientes, ni realiza las pruebas de estabilidad donde antes de su puesta al mercado, se someten a las condiciones de estrés por calor durante 3 meses y se valora la calidad microbiologica realizando un recuento de microorganismos como S.aureus o E coli, entre otros.
  3. INGREDIENTES SEGUROS: Los ingredientes de los cosméticos caseros no se han sometidos a ensayos de seguridad; por lo que en personas susceptibles se puedan producir dermatitis irritativas en la piel e incluso alérgicas por contacto. La dermatitis por contacto se trata de una alteración de la piel, en la que se produce una inflamación por el contacto con sustancias, como los cosméticos, que actúan como desencadenantes, produciendo además eritema y prurito.