Parece que lanzáramos una pregunta cuya respuesta tuviera trampa, pero no. Es tan fácil de entender como parece: existen los bálsamos de labios con protección solar porque los labios también se pueden quemar.
De hecho, estos bálsamos se deben usar en invierno y en verano porque los mayores estresores de los labios son: el frío, el viento y el sol. Este trío fatal puede hacer que se deshidraten y resequen.
La fragilidad de los labios
Los labios son una zona especialmente vulnerable.
- Al no contener glándulas sudoríparas ni sebáceas, son más sensibles a las inclemencias del tiempo
- Tampoco cuentan con una capa exterior protectora, o estrato córneo, como ocurre en otras zonas del cuerpo
- Carecen de melanina, la encargada de absorber los rayos ultravioleta
Proteger los labios del sol
Y como, tanto en la ciudad como, por supuesto, en la montaña y, sin duda, en la costa, el rostro está recibiendo radiación, hay que protegerlo. Dentro del rostro se incluyen los labios que, a diferencia de la piel, no tienen melanina, como decía.
Los daños que puede provocar la radiación ultravioleta en los labios pueden darse lentamente a lo largo de los años sin signos iniciales visibles, pero tener graves consecuencias con el tiempo.
Desde la Clínica Mayo advierten: “El cáncer de piel se manifiesta principalmente en las zonas del cuerpo más expuestas a la luz del sol, como el cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho, los brazos, las manos y las piernas”.
Los labios también se queman
Si los labios no se broncean (porque no tienen melanina), directamente pueden sufrir quemaduras.
Otro efecto colateral de un exceso de sol sobre los labios es que el colágeno y la elastina que forman el labio se deterioran, produciendo arrugas a su alrededor.
Los expertos de Blistex nos ennumeran los daños que puede provocar el sol en los labios (si no se protegen adecuadamente)
- Daños estéticos. Se crean radicales libres que pueden destruir el colágeno y dar lugar a afinamiento del tejido labial, líneas labiales, agrietamiento y descamación.
- Cáncer labial, principalmente carcinoma epidermoide o carcinoma de células basales, que puede ser difícil de diagnosticar y tratar. Como consecuencia, producirse un cáncer generalizado e importantes daños en el tejido labial.
Otros daños que puede provocar el exceso de sol sobre los labios es: herpes labial y queilitis.
Es muy común que el herpes, especialmente el labial, aparezca con mayor frecuencia en el verano, al exponernos a los rayos ultravioletas del sol.
Por otro lado, el sol también está entre los factores principales que pueden provocar queilitis. Desde La Roche Posay nos explican: “Este daño se percibe cuando la mucosa está seca y hay trozos de piel pequeños de células córneas que se están descamando. En los casos más graves, hay grietas verticales muy dolorosas. Bajo el sol de la montaña o del verano, se debe usar siempre una protección labial que contenga filtros solares”.
¿Cómo se protegen los labios del sol?
Para proteger los labios no sirve la crema protectora solar que usamos sobre el cutis. Su textura líquida o geloide impide su permanencia sobre la boca. La textura tipo cera de las barras o tubos de bálsamo es la ideal.
Además, si contiene aceites minerales consigue un efecto sellado que es ideal para tener una protección más segura.
Tan segura que, en palabras del Dr. Charles Zugerman, profesor de dermatología en la North western University y Medical Advisor de Blistex Inc., “Se tardan cincuenta veces más en dañar la piel de los labios con un bálsamo que tenga SPF50+ que sin él”.
Es importante que estos bálsamos con protección sean agradables. Que huelan bien, sean suaves e hidratantes y que su sabor no pase a la boca.
