Lavar bien las mascarillas... también por el maskné • Guapísimas
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Lavar bien las mascarillas… también por el maskné

La limpieza de piel y mascarilla son innegociables para sortear el acné de la zona de la barbilla y mandíbula

La mascarilla es ya un objeto cotidiano para todos. Como los pañuelos, la ropa interior, los calcetines. Como tal, tenemos que saber cómo lavarla, guardarla y tenerla a punto para que cumpla su función.

Llevar la mascarilla limpia es, por supuesto, una cuestión de seguridad. Si sobre el tejido o el material se puede adherir el virus (y toda clase de bacterias), ¿cómo no preocuparse por lavarlas correctamente? Ahora bien, si la cuestión de la seguridad y de que la mascarilla cumpla la función para la que nos la ponemos no te parece suficiente, piensa en el maskné [modo ironía on].

Mascarilla sucia, más acné

Ya hace unos meses que venimos hablando de ese acné que se forma en la zona de la boca y la barbilla por culpa del uso continuado de la mascarilla. Con ayuda de farmacéuticos y dermatólogos ya sacamos en claro que lo más importante es mantener una limpieza cuidadosa y diaria, recurrir a una hidratación especial y centrarse en la reparación nocturna.

Eso sí, en aquel momento obviamos una cuestión: todo lo sucia que esté la mascarilla (o, digamos, no lavada y guardada correctamente), solo servirá para empeorar el estado de este acné.

Al roce continuado y la fricción de la mascarilla, se suma el entorno cálido y húmedo que se forma bajo ella por la suma de sudor, sebo y calor, donde las bacterias están listas para infectar. Si esas bacterias son más numerosas porque la mascarilla está mal lavada o sin lavar… Ya imaginas el final.

Hay que lavar las mascarillas y lavarlas correctamente, si. Pero, ¿cómo? Se dice de todo en Internet sobre cómo se deben lavan las mascarillas higiénicas y sobre si se puede o no desinfectar una mascarilla de un solo uso (quirúrgicas y KN95).

Para resolver las dudas, recurrimos a uno de los perfiles científicos que mejor está divulgando sobre estas cuestiones desde que se dieron los primeros casos de coronavirus en nuestro país. Se trata de Marián García, doctora en farmacia, autora de varios libros sobre salud y nutrición, colaboradora habitual en los medios y conocida por todos como Boticaría García.

De su cuenta de Instagram extraemos estos consejos sobre cómo lavar correctamente las mascarillas higiénicas (las de tela, para entendernos). Ella, antes de nada, advierte: “Es importante consultar las instrucciones de tus mascarillas. Si no tienen instrucciones o el vendedor te las canta, ya empezamos mal. Por otro lado, hay varios métodos oficiales de limpieza y desinfección de mascarillas higiénicas”.

Cómo lavar las mascarillas higiénicas

Hay tres opciones:

  1. Lavar en lavadora a 60-90 grados.
  2. Sumergirlas 30 minutos en lejía en dilución de dos cucharadas soperas por litro de agua. Después, lavar con agua y jabón.
  3. Usar virucidas autorizados siguiendo las instrucciones del fabricante. Después, lavar con agua y jabón.

Estos son los virucidas autorizados por Sanidad

En el libro que ella misma publicó (en colaboración con otros autores) y que distribuyó gratuitamente, ya se planteaba esta cuestión:

Frecuencia de cambio de la mascarilla

Dicho todo esto, aunque te aprendas cómo se lavan las mascarillas, a mano y a máquina, la propia Boticaria hace un apunte: “Recuerdo que tan importante como el método de limpieza es la frecuencia: las mascarillas higiénicas deben lavarse tras cada uso (4 horas)”.

Algunas de sus seguidoras (adscritas, NOS llama ella) le plantean dudas que, aunque parecían ya resueltas hace semanas, siguen flotando en el aire y publicándose en redes: ¿Cómo es posible que haga falta todo eso (producto desengrasante, lavar a altas temperaturas, lejía) pero si tienes el virus en las manos lo mates con agua y jabón?

Ella, paciente, responde y convence:

Si te cae un café con leche en la mano, te limpias con agua y jabón durante veinte segundos y se va. Si te cae en una camisa y la lavas con agua y jabón el mismo tiempo, no. Tiene que ver con el tejido y la superficie (el virus puede permanecer en el tejido) y, por otro lado, no olvidemos que no es lo mismo limpiar que desinfectar”.

Lo que nos lleva a otra duda frecuente: se lee, incluso en noticias de diarios de tirada nacional, que se pueden desinfectar con alcohol las mascarillas de un solo uso (quirúrgicas y KN95). Error. Pero error garrafal y peligroso. “Si añades alcohol a una mascarilla, hay riesgo. El alcohol sobre las mascarillas tiene tres efectos”, explica García, que los enumera:

  1. Reduce una capacidad importante de la filtración.
  2. Daña la capacidad electrostática de retención de las fibras del filtro.
  3. En las quirúrgicas, destruye parte del recubrimiento impermeable de la parte externa.

Y para que nadie le diga que eso es opinable, especifica: “Esto que he dicho es ciencia y hay estudios publicados. En abril desde la Escuela de Medicina de Stanford ya publicaron un documento desaconsejando en letras rojas (literalemente) el alcohol como método de desinfección en mascarillas filtrantes”. Asunto zanjado.