Meghan, he aquí nuestro mejor consejo • Guapísimas

Sabemos qué le pasa a tu pelo cuando estás embarazada (y después). Y esto va por Meghan pero también por Paula Echevarría, que para eso mantiene su pelo pantene bajo contrato 😉

En esto del agobio capilar, la duquesa de Sussex se suma a Chiara Ferragni y otras embarazadas, además de a Edurne o María Pombo, que recientemente han dado a luz.

A todas ellas -y a quienes lean esto y se pregunten si es que su cabeza se ha vuelto loca porque no dejan de perder pelo (o, por el contrario, sienten que no han tenido ese pelazo en su vida…)- ¡tranquilas! Todo está dentro de lo normal.

Gracias a los que más saben de esto, que son los peluqueros, hoy sabremos cómo hay que cuidarse el pelo durante el embarazo, el postparto y la lactancia.

Embarazo con pelazo

Son muchas las mujeres que cuentan no haber tenido mejor el pelo en su vida que durante los nueve meses de gestación. Esto se debe a que los cambios hormonales que se dan en la embarazada favorecen que el pelo se vea brillante, con cuerpo y precioso. Se cae menos y las vitaminas pre-natales también hacen su parte.

“Las hormonas alteran el ritmo del crecimiento del pelo. Si antes del embarazo lo normal es perder unos cien pelos al día, durante el embarazo solo nace y crece y casi no se cae por la acción de los estrógenos. Además, el diámetro de la fibra capilar aumenta. Por eso, las melenas se ven más densas y más largas”, apunta Mª José Llata, de la Peluquería Llata Carrera en Santa Cruz de Bezana (Cantabria).

La locura hormonal

Ahora bien, esta locura hormonal que te lanza al Phoskitos a las tres de la mañana, te parte el corazón ante un pelele agotado y te hace discutir durante toda la fase nido en modo en-esta-casa-no-cabemos, es la misma que puede afectar a tu pelo y que, de pronto, se vea distinto.

Por alguna carencia nutricional que sería importante estudiar, se puede ver opaco, sin brillo. Pero no solo eso.
Las mujeres de pelo rizado son las que más suelen notar este terremoto. “Puede perderse el rizo por completo”, explica Manuel Mon, del salón Manuel Mon Estilistas en Oviedo, que añade:

La forma del cabello se origina en el folículo piloso y durante el embarazo la forma del folículo puede cambiar. Una mujer con el pelo rizado puede acabar luciendo una melena ultralisa, y viceversa”.

Sostiene este experto que estos cambios no siempre son transitorios, pueden mantenerse tras el parto, hasta dos años, incluso no volver a recuperar la misma textura nunca más.

¡Atención, consejito!

Se dice, se comenta, se rumorea… que no debes teñirte estando embarazada. Hay quien insiste en que el tinte puede llegar al torrente sanguíneo, a través del cuero cabelludo, llegando a dañar al feto.

Muchos médicos han desmentido esto, sin embargo, apuntan una pega del tinte en el embarazo: la piel (y, por tanto, el cuero cabelludo) está más sensible y puede llegar a ser agresivo, sobre todo si es coloración permanente con amoniaco.

Desde la peluquería Rafael Bueno en Málaga, recomiendan el punto medio:

“Las mechas se aplican sin tocar la raíz, se pueden realizar siempre y de forma segura. Unas balayage, unas babylight o un melting son perfectamente aplicables en cualquier momento”.

También cuentas con todo el universo de coloración vegetal con barros, de la que hemos hablado muchas veces.

Momento postparto… ¿me quedo calva?

Una mayor caída de cabello se considera normal del posparto. “Tras el parto, los niveles hormonales disminuyen por lo que la melena pasa casi de golpe a la fase de reposo.

Eso supone una caída intensa del pelo en el que la hormona responsable de hacer posible la lactancia, la prolactina, también favorece que el pelo caiga. Sin embargo, no hay que alarmarse, entre los seis y los nueve meses tras el nacimiento el ciclo del crecimiento se regula y todo vuelve a la normalidad”, afirma Raquel Saiz, del Salón Blue en Torrelavega (Cantabria).