Cosas que le han podido pasar a tu piel durante la ola de calor (y cómo arreglarlas) • Guapísimas
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Cosas que le han podido pasar a tu piel durante la ola de calor (y cómo arreglarlas)

Altas temperaturas, sudor y exceso de aire acondicionado han podido traer consigo rojeces, deshidratación y algún que otro granito

No tenemos claro que sea algo que ya haya pasado, pero hasta aquí… ya estuvo bien. Hasta 46 grados han padecido algunas provincias españolas y una de las grandes perjudicadas ha sido la piel.

¿Qué le ha pasado a la piel durante la ola de calor?

  1. Una temperatura excesivamente alta provoca deshidratación, lo que trae consigo que la piel se irrite, aparezcan rojeces y además se reseque. ¿Quieres una solución? Ponte una o dos veces a la semana una mascarilla hidratante y, cada noche, bien de suero de ácido hialurónico.
  2. Una ola de calor supone sudar como un pollo, que las glándulas sebáceas enloquezcan y que esa capita de grasa más externa se licue, haciendo que tu piel -además de brillar como una bombilla- atraiga más polvo y suciedad y los poros se obstruyan más de lo normal. Solución: Una buena limpieza en profundidad que sea bastante suave para la piel.
  3. ¿Es posible que las células muertas de la piel se hayan mezclado con este exceso de grasa y sudor y haya aparecido algún grano? Es más que posible. No te agobies. Limpia bien la piel y tira de los productos SOS seca granos que funcionan de verdad.
  4. Si durante la ola de calor no has estado todo el rato a la sombra, puede que tu piel haya recibido un exceso de sol. Con suerte, te has acordado de aplicar (y reaplicar) tu filtro solar de protección alta y amplio espectro. De no ser así, toca reparar con algún suero reparador y poner, a partir de hoy, suero antioxidante nada más levantarte y lavarte la cara.
  5. Ya sabes que el exceso de sol, además de dañar el ADN de tus células, puede debilitar la barrera de hidratación de la piel, lo que provoca la pérdida de elasticidad, sequedad y un envejecimiento prematuro del que no te libras por mucho que le des luego al retinol.

Si crees que en tu provincia todavía va a seguir el calor sofocante, dos consejos: usa cremas ligeras libres de aceites y no te pongas bajo el aire acondicionado o delante del ventilador mientras estás sudando.

Un último apunte: Este no es el momento de los aceites faciales, guárdalos para cuando el mercurio se tranquilice. Mucho más si tu trabajo o actividad te exige muchas horas con la mascarilla puesta.

Aire acondicionado y piel, tema aparte

Durante la ola de calor –y a pesar de tener la tarifa de luz más alta de Europa- seguramente habrás puesto el aire acondicionado. Entendemos que la necesidad de respirar y poder dormir te ha preocupado más que las rojeces de tu piel pero, una vez pasado el susto, aprende para la próxima:

El aire acondicionado bombea aire seco y frío, reduciendo los niveles de humedad en la habitación. Esto hace que la piel se seque, se ve apagada y, en general, sin brillo. ¿Otra cosa a tener en cuenta? Si te sientas con un ventilador o una corriente de aire directamente sobre tu piel, es más que probable que la humedad se evapore de tu piel.

Otro efecto secundario son las rojeces. Pasar del frio helador del aire acondicionado al calor sofocante del asfalto puede crear cierto shock en tu barrera hidrolipídica y ya sabes que cuando eso ocurre… irritación al canto.

No olvides que otros perjudicados por la ola de calor y el abuso de aire acondicionado son los labios. Protégelos cuando salgas a la calle con un bálsamo que tenga SPF alto y, al volver, dales un mimo con un producto específico que sirva para repararlos.