¿Es bueno o malo entrenar con música? • Guapísimas

Es mítica la imagen del runner que, antes de salir a quemar zapatilla y mientras estira y se ata bien los cordones, nunca olvida ajustar sus cascos, también es inconfundible el sonido de bajos y cantaditas al entrar en una clase de siclo.

La música nos acompaña para hacer ejercicio desde los tiempos del aerobic. Ahora bien, ¿es bueno entrenar al ritmo de nuestras canciones favoritas? ¿Motiva y ayuda o distrae y desenfoca?

Preguntamos a los expertos de Brooklyn Fitboxing, que tienen su respuesta súper clara y te contamos…

Las cinco razones para escuchar música mientras haces deporte:

  1. DISTRAE… PARA BIEN
    La música actúa como una distracción de la conciencia del cuerpo, especialmente del dolor. Hacer ejercicio con música hace que las personas que están realizando deportes intensos sean menos conscientes del esfuerzo. Esta distracción puede beneficiar el rendimiento deportivo hasta en un 15 por ciento, según estudios científicos. Además, las melodías con ritmos más rápidos hacen que llegue más información al cerebro, lo que provoca que la mente se focalice en los tonos musicales y ajuste los ejercicios a esa velocidad. En resumen, la música obliga a procesar más información y a centrarse menos en el dolor físico y la fatiga.
  2. EL RITMO PUEDE MEJORAR EL RENDIMIENTO:
    El ritmo de la música durante el entrenamiento estimula el área motora del cerebro en cuanto a cuándo moverse, lo que ayuda a realizar ejercicios a un ritmo propio, como correr o golpear un saco. Conocer estas señales de tiempo ayuda a usar la energía de manera más eficiente, ya que mantener un ritmo constante es más fácil que oscilarlo durante una sesión de deporte intensa. Escuchar música puede además dar ese impulso adicional para trabajar más duro y mejorar el rendimiento especialmente con canciones que incluyan letras motivadoras y ritmos dinámicos.
  3. ¡MÁS ENDORFINAS!
    Muchas personas escuchan música de forma habitual para cambiar su estado de ánimo. Hay multitud de canciones que logran mejorar el estado anímico y motivar. Al escuchar canciones o melodías de este tipo, se consigue potenciar el entrenamiento, y generar una sensación de bienestar en el momento del ejercicio. La música tiene el poder único de alterar el estado de ánimo y animar a buscar la autoconciencia. Escuchar música además obliga a reflexionar y concentrarse en la música que se escucha, lo que impulsa a los deportistas a alcanzar sus objetivos, apartando temporalmente su mente de la tarea actual.
  4. EFECTO MOTIVADOR
    La música es motivo de alegría y anima cuando hay sensación de desmotivación. De hecho, hay canciones que provocan este efecto inmediato, al segundo de escucharla hace que el cuerpo quiera moverse sin parar. Este tipo de canciones son ideales para los workouts o entrenamientos ya que conseguirán vencer la pereza y que el cuerpo se mueva solo. Además, está demostrado que, al escuchar canciones que nos gustan y conocemos, se genera la sensación de que el tiempo pasa más rápido.
  5. MEJORA LA COORDINACIÓN:
    Cuando se escucha música durante el ejercicio, se mejoran las habilidades motoras, como la coordinación y el equilibrio, debido a la forma en que la música proporciona un ritmo constante para que se reproduzcan los movimientos cíclicos. Esto conecta el cerebro para iniciar el movimiento a tiempo y realizar los ejercicios de manera consistente, con cada paso o movimiento de las piernas y los brazos.