¿Qué te puede dar una rosa? • Guapísimas

Te sabrás de memoria -por haberlo leído mil veces en las revistas- que algunos ingredientes cotidianos son ya míticos en cosmética. La cera de abeja, el aloe vera, el agua termal, la manteca de karité

Pero ¿te has preguntado lo que puede llegar a dar una rosa? No se trata de su fragancia (aunque, a veces, también), sino de lo que puede extraerse de un rosal cuando se buscan activos beneficiosos para la piel.

Lancôme tiene a la rosa muy estudiada, hasta tiene una variedad con su nombre, que cultiva en Grasse y de la que obtiene varios activos diferentes.

Dicen que la rosa no es una flor cualquiera. Y no solo por su evidente atractivo visual y perfumístico. Es que los laboratorios de cosmética valoran desde hace cien años sus variadas propiedades regeneradoras y nutritivas para la piel. Sobre todo para la piel madura.

Es curioso que hace ya más de 50 años se creó una de las primeras cremas antiedad global de la historia (Absolue de Lancôme), precisamente en cuyo corazón ya estaba la rosa. Llevadas por la curiosidad de saber cómo y por qué se ha seguido investigando en las posibilidades del rosal (no solo de los pétalos), hemos preguntado a Lancôme, que tiene la rosa en el corazón de su gama más exclusiva, llamada Absolue.

Lo que da de sí una rosa

Si esta expresión no fuera la muerte del glamour (y que me perdonen los directores de marketing de todas las empresas de lujo cosmético a lo largo y ancho del planeta), diría que la rosa es como el cerdo. De ella se aprovecha todo. Pero no se aprovecha así, de cualquier manera. Se obtiene de ella una serie de lujosas aplicaciones contra arrugas, flacidez, falta de luminosidad… Concretamente, Lancôme obtiene tres activos. Pasemos a las preguntas.

1. ¿Cuál es la parte más importante de la rosa de cara a formular activos cosméticos?

Todo. En Lancôme llevamos muchos años cultivando rosas en la región de Grasse, en un terreno de cinco hectáreas situado en la meseta de Valensole. Acabamos de comprar otra propiedad cercana y nuestra ambición final es utilizar todas las partes del rosal –la flor, el pétalo, el tallo e, incluso, la raíz– para desarrollar nuevos ingredientes activos y alcanzar un objetivo “cero residuos” en todos los procesos de producción.

2. ¿Qué es lo que le atrajo de la rosa a su fundador Armand Petitjean?

La vitalidad regeneradora que tiene. Hoy decimos que hacemos fórmulas inspiradas en la naturaleza y perfeccionadas por la ciencia.

3. ¿Cómo se obtienen tantos beneficios de una sola flor?

Para obtener todo lo que la rosa puede dar, en el laboratorio se combinan varios procesos para extraer una amplia variedad de moléculas activas presentes en el corazón de la flor. ¿El objetivo? Capturar sus eficaces propiedades regeneradoras y revitalizantes. Lancôme ha sido capaz de extraer tres activos de una misma flor, recurriendo a procedimientos de alta tecnología.

Los tres activos que salen de la rosa

Estos tres ingredientes son:

  1. El extracto de rosa, capaz de estimular la regeneración de las células de la piel y obtenido por Fermogénesis™, un vanguardista y exclusivo proceso biotecnológico de fermentación patentado por L’Oréal que consigue maximizar el potencial de las células nativas concentradas de la rosa.
  2. El aceite esencial de rosa, que ayuda a acelerar la regeneración de la piel, obtenido por destilación en frío.
  3. El concentrado de rosa, que contribuye a calmar la piel, obtenido por una técnica llamada CO2 Supercritical extraction. Esta técnica, que emplea dióxido de carbono como disolvente, es uno de los más modernos métodos de extracción, escogido por ser el más seguro a nivel medioambiental. Destruye menos la materia prima y los extractos que obtiene conservan mejor el aroma original.

Dicho esto, ahora entendemos por qué desde la marca francesa afirman que con estos tres procedimientos, sumados a una obtención artesanal de la rosa más preciada, pueden presumir de ofrecer un poder de regeneración a la piel madura fuera de lo común. Con el uso continuado de estos cosméticos a base de rosa, la piel está más suave, flexible, nutrida, confortable. Día tras día, luce más radiante y las arrugas y líneas de expresión parecen atenuadas.