Un capricho de bronceador • Guapísimas

Este post está escrito por una beauty victim. Si tú también lo eres, quizá te interese.

Aunque en cosmética busque sobre todo la efectividad y quiera siempre la mejor relación calidad-precio, creo de vez en cuando hay que darse un capricho. ¿No estás de acuerdo?

Cuando descubro un producto o concepto nuevo que me encanta, con el que automáticamente me siento identificada y, según me lo pongo, me veo favorecida, le doy mucha importancia.

Porque la belleza no son solo resultados, también son momentos para ti y solo para ti, parte de ese autocuidado que sube tu autoestima y hace que estés más guapa.

Crema bronceadora de lujo

Un buen ejemplo sería esta crema bronceadora de la útima colección de CHANEL Les Beiges que me ha encantado.

Se llama Crème belle mine ensoleillée, se traduce algo así como “crema para buena cara soleada” y consigue exactamente eso: cara de verano muy natural.

Lo que diferencia esta crema de otras cremas bronceadoras, en mi opinión, es el acabado segunda piel. No tiene brillos ni se nota pringosa. Una vez aplicada, desaparece de la vista y solo deja un ligero halo bronceada, sin ser exagerado.

Cuesta 43 euros, un precio alto para un producto que no es de primera necesidad. Pero cuando lo pruebas te das cuenta que se usa muy poca cantidad cada vez porque transfiere muy bien el color y la idea es crear un velo sutil, no cubrir por completo la piel.

Contiene 30 gramos, es bastante cantidad, casi el triple que una polvera convencional, que suele contener 12 gramos.

Cómo se usa:

Desde la marca recomiendan que se aplique con una brocha kabuki, que es la que asegura un buen depósito de producto y que ayuda a difuminar en zonas pequeñas, pero también puede darse con la yema de los dedos. Eso sí, es muy importante tener la piel bien hidratada antes de empezar a ponerla porque tiene un ligero acabado empolvado.

En cuanto a la forma de aplicar, lo suyo es poner en las zonas donde normalmente incidiría el sol: la parte alta de las mejillas, el puente de la nariz, los extremos de la frente, el mentón y el escote.

Para que el efecto bronceado quede realmente natural, es importante que dejes zonas de la cara sin broncear. Es decir, aunque sea tentador, no pases la brocha por todas partes, sino solo por las mencionadas.

También puedes realizar un suave contouring, haciendo una forma de “3” que comienza en el centro de la frente, baja por la sien hacia el pómulo y termina en la línea de la mandíbula.

Desde CHANEL proponen estas otras dos aplicaciones:

  1. Para un look más esculpido: aplica la crema bronceadora bajo los pómulos con pincel de fondo de maquillaje, realizando movimientos de ida y vuelta desde las orejas hasta el centro de las mejillas.
  2. Para una mayor luminosidad: mezcla la crema bronceadora con una pequeña cantidad de crema hidratante y, a continuación, aplícala en los hombros y el escote.