Los parques y caminos están invadidos de caminantes, bastones en ristre
La marcha nórdica es la forma más democrática de ponerse en forma. En ella somos todos bienvenidos. Se puede ser nordic walker de joven, más mayor, sedentario, obeso, torpe, atleta en perfecta forma…
Seguramente has coincidido con ellos. En algún parque, recorriendo un sendero por el campo o haciendo suya la ciclo vía de tu zona con los bastones en ristre y unas buenas zapatillas. Son los nordic walkers, disfrutones de la marcha nórdica que están poniendo de moda una de las formas de ejercicio más completas y fáciles que existen.
Es un tipo de ejercicio muy adecuado para personas que nunca han practicado deporte, para la tercera edad, para enfermos de la espalda, con osteoporosis u otras enfermedades crónicas.
También se recomienda a mujeres que han sido operadas de cáncer de mama y tienen consecuencias en forma de linfedema.
La marcha nórdica cada vez se prescribe más a personas que necesitan bajar de peso, ya que estimula el metabolismo de quema de grasas.
Los expertos definen la marcha nórdica o “nordic walking” como una forma de marcha que no sólo incluye la acción de las piernas -como en la marcha normal-, sino también la parte superior del cuerpo. Consiste en caminar a un ritmo más o menos vigoroso con el impulso que nos proporcionan unos bastones específicos.
Al mover los bastones, se crea un movimiento nuevo para todo el cuerpo. Es, por tanto, un ejercicio mucho más rentable (aunque obviamente requiere mayor esfuerzo que solo caminar) y actúa sobre el cuerpo de forma nada agresiva pero muy eficaz. Al ejercitar las piernas y los músculos del tronco superior, se llega a movilizar hasta un 90% de la musculatura corporal, lo que supone un gasto en calorías muy cercano al de trotar o correr ligero.
Se puede empezar siempre, sin importar el punto de partida de forma física. Es completamente graduable en intensidad a cada persona, edad, condición física previa y objetivo.
Sus más que probados beneficios pasan por mejorar la fuerza muscular, el sistema cardiovascular, la coordinación y la movilidad.
Lo mejor es un camino de superficie lisa y camino ancho, para que los brazos tengan su espacio. Puede hacerse sobre asfalto, cemento, tierra, arena, playa o césped, siempre que sea en llano.
Los más expertos pueden probar en tierras ligeramente onduladas y montañosas, pero son entrenamientos mucho más duros.
La marcha nórdica mejora ciertos factores metabólicos y de riesgo vascular, refuerza el sistema inmunitario y ayuda en la prevención de deterioro cognitivo; En personas mayores disminuye el riesgo de caída y retrasa el deterioro funcional asociado al envejecimiento.
Otros aspectos positivos de la marcha nórdica son:
Se practica preferentemente al aire libre, en contacto con la naturaleza y, normalmente, en grupo. No hace falta mucho equipamiento, solo un par de bastones de fibra de carbono o aluminio. Mejor los primeros, ya que son más ligeros, absorben mejor el impacto y son más estables.
IMPORTANTE: Busca un técnico deportivo cualificado para instruir sobre la técnica correcta.
Si tus pestañas son cortas o escasas, ¡corre a buscar la tuya!
Si estás pensando invertir en una neverita para cosmética, lee primero esto
Los bálsamos de labios reveladores del propio tono reaccionan con el ph de cada piel,…
Para una ducha sana, date al oleogel, el producto de limpieza corporal favorito de los…
Para que el cabello no se te parta, desenrédalo con el cepillo correcto y los…
Puede ser un éxito absoluto o un rotundo fracaso dependiendo de si sigues o no…