Cómo afrontar una triste Navidad

Aunque para la mayoría de la gente es un momento de subidón, la Navidad puede resultar una época clave para las personas que sufren algún problema o alteración mental y en Guapísimas nos preguntamos:

¿Es posible ayudarles a sobrellevar estas fechas tan sentimentales en un año, además, más difícil que los demás?

Beatriz Mora Martín, psicóloga de la Clínica López Ibor, nos ayuda a resolver esta duda, detallando unas pautas para evitar el sufrimiento de tener que celebrar la Navidad en plena pandemia:

Pero, antes, un poco de contexto: Pérdida de un ser querido, separación de la familia, sentimiento de soledad o factor económico negativo son algunas de las situaciones que este año están más presentes que nunca y generan inestabilidad, falta de control, incapacidad, frustración o angustia. Todo esto no ayuda a tener una visión optimista hacia el futuro, desencadenando sentimientos de melancolía y desesperanza.

La presión social llega casi a imponer que todos tengamos un buen espíritu navideño que nos haga olvidar los problemas, incluso en un año tan complicado como el que vivimos, pero ¿qué sucede cuando no podemos forzar sentir estas emociones porque notamos todo lo contrario?

Las personas que sufren alguna alteración mental y son proclives a padecer inestabilidad emocional, estados ansiosos o depresivos, viven estas fiestas como momentos muy difíciles. Se incrementa mucho su malestar y pueden llegar a sufrir descompensaciones considerables en su estado de ánimo, alimentando más la ansiedad, la desesperación o la melancolía”

Rutinas de Navidad

La Navidad, además, lleva implícita cambios en la rutina, excesos, conflictos familiares, ausencias significativas y más en este año de pandemia mundial. Estas situaciones asociadas a estrés pueden disparan los episodios de ansiedad y de depresión. “Hay muchas circunstancias de la Navidad que hacen que psicológicamente no estemos preparados para vivirlas en la expectativa irreal que se entiende normal.

Y este año tan complicado que vivimos por la pandemia, y por todo lo que conlleva, puede incrementar mucho este problema. Además, debemos añadir un marcado carácter de desgaste emocional en la población ante la incertidumbre y la frustración de la crisis generada por el coronavirus”, indica la psicóloga.

5 pautas para evitar el sufrimiento de la triste Navidad

1. REPLANTEARSE LAS METAS: Esta época puede ser un tiempo para hacer balance y reconciliarnos con nosotros mismos, con los demás y con todo lo que ha sucedido. No hemos elegido esta pandemia mundial pero, si nos instalamos en un estado emocional de resistencia y de no aceptar la realidad, no podremos vivir nuestra normalidad y perderemos mucho tiempo para disfrutar lo que realmente merece la pena.
2. LA TECNOLOGÍA, NUESTRA ALIADA: Quizá no podamos estar con los nuestros en la distancia, pero sí podemos estar cerca emocionalmente. Gracias a las tecnologías podemos mantener el contacto y compartir los sentimientos que nos unen.
3. PERMITIRNOS EL DUELO Y EVITAR OBLIGACIONES, SIN AISLARNOS: Puede que sean las primeras navidades sin un ser querido, hay que darse tiempo y permitir el duelo que genera la pérdida. Quizá hay que escucharse y no obligarse a las celebraciones, pero tampoco es recomendable encerrarse en uno mismo. “Lo más sano es abrirse a los seres queridos, familiares y amigos (aunque sea en la distancia) y dejarse acompañar por ellos, que también están sufriendo la misma situación de pérdida y compartir momentos y recuerdos que nos pueden ayudar a compensar el vacío que se siente y empezar a vivir con él”, afirma la psicóloga.
4. LA ADAPTACIÓN ES CLAVE: Si hemos sido capaces de adaptarnos a esta nueva normalidad, podemos adaptarnos a crear un nuevo concepto de Navidad y aprender a vivirla de forma positiva que nos ayude a disfrutar de los pequeños detalles que tenemos a nuestro alcance. Según indica la psicóloga: “Se puede trabajar en crear nuestros propios adornos, decorar la casa, establecer celebraciones (aunque sean limitadas), en definitiva, se puede dar un resignificado a nuestra Navidad para encontrar algo bueno de las peores situaciones vividas”.
5. LAS METAS A CORTO PLAZO SERÁN UNA GRAN AYUDA: Construir una actitud positiva depende únicamente de nosotros y nos hace mirar hacia oportunidades para no quedarnos sólo en las limitaciones. La realidad puede ser desfavorable, pero intentar buscar una perspectiva diferente nos puede ayudar a dar un giro para tener una visión más favorable. Plantearnos metas realistas a corto plazo, y ver cómo llevarlas a cabo, nos mueve a la motivación y a reencontrar un sentido. Tener una actitud abierta y escuchar a las personas positivas que tenemos a nuestro alrededor nos puede impulsar a mirar con perspectiva de futuro.

Esta situación no se va a terminar a corto plazo pero, a pesar de las dificultades, tenemos que tener claro que la forma como hagamos las cosas nos puede hacer disfrutar de ellas o, por el contrario, sumergirnos en la apatía y la desesperación. Y esto es algo que solo depende de nosotros mismos. Es importante intentar ver nuestras necesidades, cómo queremos y deseamos compartirlas y hacer nuestra propia Navidad”