Para el #belfie perfecto queremos una retaguardia redonda, proyectada y con la piel lisa y tirante
Hace tiempo que se lleva. No hay más que ver el número de imitadoras de las Kardashian que pueblan las redes sociales, y que se cuentan por miles, o sencillamente teclear en Instagram el hashtag #belfie.
Hablamos de un trasero grande, proyectado, musculado… y, si no se tiene nada de eso, o no se tienen ganas de ir a por ello, retocado.
En biquini, con vestido ajustado, jeans, en pijama. Lucir una buena –y generosa- retaguardia se ha impuesto, dejando atrás la época en la que molaba que el pantalón se escurriera (remember Kate Moss, época Pete Doherty).
Ahora el culo gusta redondo, respingón y trabajado. No en vano, las máquinas de estética que te musculan mientras tú estás tumbada haciendo shopping online, trabajan a la velocidad de 20.000 sentadillas por sesión. Y tienen las consultas hasta arriba.
Pero no todo son modas. Es cierto que, al igual que el rostro se puede someter a retoques para suavizar la impronta que deja en él el paso del tiempo, el cuerpo también envejece y algunas zonas lo acusan más que otras. Y también se puede retocar.
Carmen Lorente, directora del área médica de The Beauty Concept reflexiona: “Cada cuerpo es único, y además nuestro estilo de vida influye mucho en la caída de los glúteos”. Algunas razones son:
En las mujeres, los glúteos empiezan a cambiar en la pubertad. Se redondean y expanden en todas las direcciones por el aumento del tejido graso.
Con el paso de los años, aumenta su caída y disminuye su proyección y curvatura. Se nota, sobre todo, cuando nos ponemos de perfil. Tendemos a acumular grasa en las caderas y en los muslos, y las nalgas se caen hacia abajo, apareciendo el antiestético pliegue subglúteo.
Además, se produce una atrofia tisular que hace que los músculos, los ligamentos y la piel sujeten menos toda la estructura”, describe la cirujana general y médico estético Virtudes Ruíz.
Las prótesis han sido, hasta ahora, las grandes aliadas en el aumento de glúteos pero muchas (y muchos) no se han acercado a esa posibilidad por el miedo al quirófano o por los resultados, que no siempre han sido óptimos.
Y lo de dar volumen y redondez a los glúteos mediante inyecciones tampoco es nuevo. Hasta hoy se usaba el ácido hialurónico con buenos resultados (aunque diferentes):
“Poníamos hialurónico incluso a pacientes de prótesis de glúteos que no habían conseguido la forma redondeada y armónica que pretendían”, asegura la doctora Ruíz.
La novedad hoy es otra. Para todos aquellos que quieren aumentar la zona de sus glúteos, para redondearlos y conseguir más proyección, hay más posibilidades.
Se llama LANLUMA y es un estimulador del colágeno inyectable que se usa en el cuerpo. Promete larga duración, apariencia natural y una aplicación mínimamente invasiva.
Quien se ocupa de estimular colágeno es el ácido Poli-L-Láctico (PLLA), que siempre se ha usado en medicina estética para hacer suturas reabsorbibles y tratamiento de cicatrices. En los glúteos es capaz de alisar, remodelar y esculpir. ¿Cómo? Inyectado en grandes concentraciones, se comporta como un relleno dérmico bioestimulante, es decir, resulta capaz de estimular a los fibroblastos para que produzcan colágeno nuevo. Con esto se mejora la firmeza y se logra modelar sin dar mucho volumen extra.
Como las partículas de este ácido trabajan a nivel profundo en la piel, pueden activar la formación natural de colágeno del cuerpo y por eso aseguran que el volumen creado es duradero. Ahora bien, ¿cuánto de duradero? ¿Compensa? Hablaremos de eso más tarde.
Primero, es importante decir que no en todos los tipos de glúteos queda igual de bien. Está indicado a cualquiera que quiera hacérselo (adulto, hombre o mujer) pero el resultado es mejor o peor, dependiendo de cada fisonomía, por lo que resulta básico hacer un buen diagnóstico previo.
Se puede colocar este ácido en cualquier área de los glúteos donde se quiera crear volumen. Lo ideal es dejarse aconsejar por el médico aunque con esto, como con todo, para gustos, los colores.
Importante: Aseguran quienes lo inyectan, médicos estéticos y dermatólogos siempre, que a medida que avanza el plan de tratamiento y se estimula la producción natural de colágeno, la mejora es gradual y continúa tanto en el volumen como en la textura de la piel.
Realza las curvas y contornos del cuerpo y ayuda a reducir los hoyuelos de la celulitis.
Mejora la forma y el volumen de los glúteos planos y caídos, sea cual sea la edad y el sexo.
Sus resultados se mantienen intactos hasta 2 años.
Depende del paciente y de lo que busque. La cirujana general y médico estético María Vicente nos aclara lo que hace el ácido hialurónico inyectado en los glúteos:
“Mediante unas microcánulas y varios puntos de inserción (que no requieren suturas) se introduce a nivel subcuténao un ácido hialurónico reabsorbible, denso y específico para aumento de volúmenes corporales.
Se suelen infiltrar entre 200 y 500 mililitros por nalga para tratar toda la superficie glútea. Y después se masajea y moldea manualmente para conseguir el efecto buscado”.
Ventajas:
Aumenta y proyecta la zona de los glúteos
Los resultados se aprecian inmediatamente en una sola sesión
Desventajas:
Está más indicado para personas jóvenes que no tienen los glúteos descolgados ni presentan flacidez.
El precio es más alto (desde 3.000 euros) y, si se necesitan grandes volúmenes, el precio se eleva bastante.
Dr. Moisés Amselem (Madrid)
Clínica Virtudes Esética (Murcia)
Clínica Línea Ideal (Málaga)
Dra. Beatriz Beltrán (Barcelona)
Dra. Carmen Lorente, directora del área médica de The Beauty Concept (Madrid)
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