Qué comer cuando ya no se celebra nada • Guapísimas

Pasadas las Navidades y agotado el tiempo de roscón, toca resetear. Para no llegar a febrero con dos (cuando no cinco) kilos de más, según alerta el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), hay que reorganizarse.

Porque ya no se celebra nada pero vienes con la carrerilla cogida de muchos días picando y, como ahora también uno tiene que alimentarse y es fácil caer en algún que otro error, merece la pena dejarse aconsejar.

Ni cebarse ni ayunar

Seguramente estarás de acuerdo con nosotros en que, cuando se trata de afrontar el fin de la Navidad y sus comilonas, la humanidad se divide en dos escuelas de pensamiento:

La primera aboga por seguir hasta el infinito con sobras de la comida considerada especial, siempre mucho más calórica de lo habitual, sacando una y otra vez la bandeja de turrones, apurando las botellas de vino y cava que se quedaron enfriando…

La otra se lanza desesperada al ayuno detox (si es que semejante cosa existe) y prefiere pasar más hambre que el perro de un ciego, caldito viene, zumo verde va, antes que permitir que no suba la cremallera de la ropa que trajeron los Reyes.

Pues bien, quienes nos dejamos guiar por las directrices de la nutrición más sensata queremos abordar una tercera vía y, cuan abuela de posguerra, recitar aquello de “ni calvo ni con dos pelucas”.

No engordar en Navidad (ni después)

Es decir, que -como sostiene Marta García-Hoz, Health Coach por el Institute for Integrative Nutrition con especialización en Gut Health y creadora de Nine Good Reasons-, la clave es olvidarse ya de las Navidades:

“Es decir, no hay que pensar que durante diciembre todo vale y que en enero ya nos pondremos a régimen. Hay que disfrutar las fiestas y todas las comidas y sabores que no estamos acostumbrados a tomar durante el año, pero no hace falta que eso se convierta en tres semanas de excesos en la comida y en la bebida solo porque es Navidad“.

Desde su experiencia ayudando a la gente a crear conciencia del impacto que tienen las decisiones de nutrición y estilo de vida en la salud y felicidad, nos regala diez consejos para que este inpás sea saludable y, de paso, evitemos engordar. Toma nota, porque no se limita a hablar de nutrición:

  1. Bebe agua. Además de mantenerte hidratado durante el día, nada más despertarte, en ayunas, bebe un vaso de agua templada con el zumo de medio limón. Esto funcionará como alcalinizante y desintoxicante de las toxinas del azúcar y el alcohol.
  2. Desayuna. Si estás acostumbrada a desayunar cada día, no dejes de hacerlo. Elige alimentos ligeros, ya que son días de muchos excesos y dulces. Elige sólo azúcar natural, como el de la fruta, evita el pan, harinas refinadas, galletas, roscón… Una buena idea puede ser preparar batido de yogur o kéfir con fruta y frutos secos.
  3. Llena tu plato de verdura. Tu cuerpo e intestino necesitan fibra para procesar todo lo que has ingerido durante los días de fiesta. En los días entre celebraciones, come toda la verdura que puedas y llena el plato de colores (como mínimo, la mitad de tu plato debería ser verdura).
  4. Incluye proteínas y grasas saludables para estar saciado durante el día y, de esa forma, no caer en tentaciones recurrentes. La proteína debería ser un cuarto de tu plato (como el tamaño de la palma de tu mano aproximadamente). Incluye también grasas saludables como AOVE (aceite de oliva virgen extra), frutos secos, aguacate, etc que te ayudarán a sentirte llena por un período de tiempo más largo, lo que te ayudará a mantener porciones más pequeñas.
  5. Ayuda a tu cuerpo. Toma alimentos que te ayuden a metabolizar los hidratos de carbono y a devolver la estabilidad a tus niveles de insulina. Es decir, recurre a alimentos fermentados como el chucrut, los encurtidos, el kéfir, la kombucha… También te ayudará tomar especias como la canela o la cúrcuma para ayudar a tu metabolismo y a que las bacterias buenas del intestino hagan su trabajo.
  6. Reduce cantidades pero no te saltes comidas. Desayuna, come y cena cada día. Saltarte una comida sólo te hará comer de más o pegarte un atracón. Si estás acostumbrado a comer tres veces al día, no dejes de hacerlo. Para controlar las cantidades, coge un plato más pequeño que te ayude a medir.
  7. No dejes de moverte. Saca un rato cada día para hacer algo de ejercicio. Aunque sea caminar 30 minutos a paso ligero o hacer una tabla de ejercicios antes de salir de casa por la mañana. Tus músculos lo necesitan para gestionar el exceso de azúcar.
  8. Duerme. Uno de los principales motivos de comer más de lo que necesitas es por falta de energía. Estas fechas son una buenísima oportunidad para recuperar el sueño y aprovechar para dormir todo lo que tu cuerpo necesite.
  9. Come con atención. Mastica bien cada bocado que pones en la boca. Esto le facilita el trabajo al estómago, tu intestino podrá absorber más nutrientes, tu cerebro te avisará antes cuando estés lleno ¡y disfrutarás más de cada comida!

Dicho todo esto, un último consejo:

Ten en cuenta que la bioindividualidad está por encima de todo. Cada cuerpo es distinto y tiene unas necesidades diferentes. No existe una fórmula perfecta, por lo que es importante experimentar y encontrar lo que funciona mejor para ti. Escucha a tu cuerpo y disfruta el momento. ¡A por ello! (Marta García-Hoz)