El retinol nos enloquece. Escuchamos tales bondades de cómo rejuvenece, ayuda en casos de acné, mejora espectacularmente el estado y aspecto de la piel, que nos lanzamos a él cuesta abajo y sin frenos sin entender que, como todo en esta vida, solo de su buen uso se obtienen tales bondades.
Para entender este proceso y saber, de una vez por todas, lo que significa (e implica) el término retinizar la piel, acudimos a Gema Herrerías. Ella es farmacéutica, titular de A5 en Sevilla, experta en dermocosmética y tiene su propia línea, la conocida gh. Además, acaba de publicar una auténtica biblia para aficionadas a la belleza que todavía tienen dudas básicas: La guia definitiva para el cuidado de la piel.
Ella nos cuenta qué pasa con el retinol y por qué conviene usarlo correctamente (hasta conseguir la retinización de la piel):
Todo el mundo ha oído que los retinoides son los verdaderos transformadores de la epidermis, la capa más superficial de la piel, porque tratan todos los signos. Desde la pigmentación irregular y arrugas, a la deshidratación o el exceso de sebo, entre otros”.
El problema es que el ansia nos come (esto lo decimos nosotras) y, con mayor frecuencia de la que conviene, al buscar un resultado inmediato (y no caer en que al principio no parece irritar), muchos comenzamos a usarlo sin progresión.
Cómo usar los retinoides
Estos ingredientes cosméticos, explica Herrerías, suelen ser irritantes, por lo que debemos aplicar de forma progresiva según tolerancia. La mejor manera de iniciarse es seleccionando el retinoide adecuado y a la concentración adecuada según las necesidades de la piel. Por ejemplo, un retinol puro al 0.3 % en una piel resistente y un éster del retinol como el retinol palmitato al 3 % o un fitoretinol como el bakuchiol en una piel sensible.
“Retinizar significa usarlo de forma progresiva, según tolerancia, de manera que las dos primeras semanas se aplique cada tres noches -en transición con otro cosmético menos intensivo- y, después, en días alternos a todos los días en función de la resistencia de la piel. Siempre directamente sobre la piel limpia y seca, en una capa fina, evitando comisuras de labios, aletas de nariz y contorno de ojos”, alerta la farmacéutica.
¿Me conviene usar retinoides?
Gema nos cuenta que esta familia de ingredientes cosméticos están indicados en todas las rutinas de la piel, pero es necesario consultar con un profesional sobre la rutina más adecuada en cada caso, según sea una piel seca o grasa, sensible o resistente, pigmentada o no, o que manifieste arrugas o falta de elasticidad.
“Es frecuentes que los retinoides provoquen lo que llamamos una dermatitis por retinoides, en la que al inicio, hasta que la piel se retiniza, aparece enrojecimiento local en la zona de aplicación y descamación”, relata la experta, que concluye: “En esos casos, se recomienda descansar hasta que remitan los síntomas y volver a empezar de forma progresiva. Ocurre como con las agujetas. Al final, la piel se acostumbra, y debemos percibir como positivo este efecto”.
