Cosmética DIY ¿sí o no? • Guapísimas

Decíamos la semana pasada que quizá estamos usando mascarillas de belleza por encima de nuestras posibilidades. Puede que sí y que, lejos de beneficiar a nuestra piel, la estemos perjudicando.

Ahora bien, el overmasking no es la única moda potencialmente dañina para la piel. Los expertos en cuidados cutáneos también desaconsejan hacer mascarillas en casa, algo que estamos viendo mucho en redes, antes y después del #yomequedoencasa.

Mascarillas caseras. Cosmética DIY (“do it yourself” o “hazlo tú mismo”). Sí, ya sabes: ungüentos a base de clara de huevo, papaya, unos pepinos, yogur… Pese a que nuestras abuelas defendían estos mejunges y les atribuían propiedades de belleza similares o parecidas a las de los cosméticos de tienda, hoy sabemos que esto no es así.

Queremos dar voz a quienes más saben de formulación cosmética porque nos preguntamos si esas ganas de jugar a ser cosmetóloga, unido a un pretendido afán por ahorrar, puede llevarnos a dañar la piel si usamos mascarillas hechas en casa.

No te fíes de lo que lees en Internet. Escucha a los que más saben. Bella Hurtado (directora de educación de Aromatherapy Associates), Raquel González (directora de educación de Perricone MD), Elisabeth San Gregorio (directora técnica de Medik8), Valeria Navarro (directora técnica de Boutijour) y Estefanía Nieto (directora técnica de Omorovicza) nos dan su punto de vista.

Los motivos por los que no se deben hacer mascarillas en casa son estos:

Motivo 1: La fruta y la verdura se oxida

Una mascarilla no es un smoothie ni un gazpacho. “Las frutas y verduras tienden a oxidarse con facilidad. Lo vemos con una manzana si la dejamos expuesta al aire pocos minutos. Así, los ingredientes que pueden ser antioxidantes, pueden convertirse en pro-oxidantes”, explica Bella Hurtado.

Como experta, defiende que los laboratorios tratan estos ingredientes para evitar que se oxiden y, de hecho, trabajan con activos tratados en laboratorio y con extractos reformulados (muchas veces, sintetizados).

Motivo 2: No son principios estables

Que un suero de vitamina C bien hecho ayude a aclarar tu piel no quiere decir que la naranja haga lo mismo. La vitamina C mal utilizada, puede irritar la piel o causar manchas. Raquel González explica: “Para evitarlo, trabajamos con formulaciones en las que la vitamina C está estabilizada. No se suele trabajar con el ácido ascórbico -vitamina C pura- como tal, sino con formas estables como el tetraexildecil ascorbato o el ácido ascórbico etilado.

Si a una mascarilla le aplicamos, por ejemplo, zumo de limón, seguramente irritemos la piel y generemos manchas a largo plazo, porque no es un principio estable y variará dependiendo de la luz, el aire, etc., produciendo el efecto opuesto al deseado”.

Motivo 3: Falla la forma de vehiculizar

Ya saben quienes formulan cremas, sueros y mascarillas que, tan importante es tener un buen activo, como un buen sistema de vehiculización del mismo. Es decir, que un cosmético es más o menos eficaz dependiendo del sistema de encapsulación en el que vaya introducido el ingrediente.

“Los principios activos no se suelen soltar en la piel así como así. Una buena formulación exige que el activo vaya encapsulado, normalmente en polímeros que dirigen el principio y lo entregan a las células”, explica Elisabeth San Gregorio.

Motivo 4: Los exfoliantes pueden ser dañinos

Olvida ya el exfoliante de café o de granos de azúcar. “En los exfoliantes mecánicos que se venden en tienda, las particulas exfoliantes han sido perfectamente esferificadas en laboratorio para evitar que irriten”, explica Valeria Navarro. Las partículas de sal y azúcar o de huesos molidos, por ejemplo, qu tienen aristas que pueden crear micro dermoabrasiones o heridas.

En todo caso, las pieles más sensibles no deben hacerse exfoliación mecánica, ni de tienda ni hecha en casa. “Mejor usar exfoliaciones químicas o enzimáticas. Serán igual de efectivas pero más suaves con la piel y prevendrán una posible inflamación celular que, a la larga, puede incluso acelerar el proceso de envejecimiento del tejido”, apunta Raquel González.

Motivo 5: ¿Qué pasa con la biodisponibilidad de los principios?

Te estarás preguntando, para empezar, qué es la biodisponibilidad. Pues, según palabras de Estefanía Nieto, “es la aceptación que tiene la piel para recibir diferentes principios. Hay activos que pueden ser súper beneficiosos para la piel, pero si ésta no los asimila con facilidad… No sirven.

Ocurre con los minerales, por ejemplo, que se asimilan hasta determinado punto. Cuando se hacen biodisponibles, la piel los comprende como ingredientes afines y los acepta, permitiendo que sean más efectivos”. Eso nunca ocurrirá pasando una piedra por la cara.