Cutículas: ¿se deben cortar o empujar? • Guapísimas
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Cutículas: ¿se deben cortar o empujar?

Aunque las dos opciones dan buen aspecto a la uña, solo una de ellas salvaguarda la salud de la uña y consigue, con constancia, que esté siempre impecable

Puede ser un asunto del que se hable poco, pero es importante: las cutículas de las uñas están ahí para algo. Concretamente, para preservar la salud de las uñas, evitando posibles infecciones.

Algunas manicuristas recortan las cutículas al ras de su nacimiento porque piensan que así la uña parece más bonita y cuidada. Craso error.

Los dermatólogos insisten en que no conviene hacerlo. De estar muy crecidas, se puede tratar de ablandarlas y, con máximo cuidado, quitar solo la piel sobrante.

Pero como en todo lo relacionado con la piel y el pelo, lo mejor es mantener y prevenir. Es decir, no esperar a que estén secas y crecidas para, después, cortarlas.

La piel es el órgano más grande del cuerpo y la cutícula es la última defensa de la uña, que actúa como barrera protectora evitando que penetren las bacterias en el interior de la uña” (Deborah Lippmann, experta manicurista)

Las cutículas hay que hidratarlas a diario, de forma que nunca llegue ese momento en que molesten y quieras acabar con ellas. Además, manteniendo las cutículas bonitas, dura más el buen estado de la manicura.

La experiencia dice que si todos los días aplicas crema o aceite específico para cutículas en el lecho ungueal y empujas las cutículas hacia dentro dos veces a la semana, es más que suficiente para mantenerlas a raya.

Luego hablaremos con qué sí y con qué no empujar las cutículas. Pero primero aclaremos eso que he dicho sobre empujar la cutícula.

En general, lo mejor es dejar intacta la cutícula superior y centrarse en la interior. Porque, sí, amigos, hay dos cutículas en cada uña.

Las dos cutículas de la uña

La de arriba no se debe cortar como ya he dicho, solo se hidrata y la de debajo, se ablanda con un producto exfoliante específico y después se empuja hacia atrás para permitir el correcto crecimiento de la uña.

Cuanto más sigas esta rutina con constancia, menos necesidad tendrás de ir a hacerte la manicura. Pruébalo y verás.

Del buen estado de la cutícula depende que la uña crezca correctamente, a buen ritmo, sin irregularidades y sin problemas de capas levantadas.

La explicación está en cuidar la parte de la uña que más pegada está al dedo, llamada matriz. Está justo debajo de las cutículas. Ahí es donde ocurre todo lo relacionado con el buen crecimiento de las uñas.

La cutícula cubre la parte más importante de la uña, la matriz. Cualquier alteración del área de la cutícula, desde cortarla y morderla hasta tirar de ella o clavarle algo metálico… puede afectar a la matriz y provocar irregularidades en la uña como depresiones, rugosidades o decoloración.

Exfoliar, empujar, hidratar

Dicho todo esto, el tratamiento ideal para las cutículas es usar un producto específico. Normalmente son exfoliantes enzimático o químicos suaves en forma de gel, crema, loción a los que acompañan un palito de madera o vidrio (mejor no metálico). Aprende a usarlos, paso a paso, aquí.

El objetivo de los exfoliantes de cutículas es doble: por un lado, retiran la piel muerta, dejando la zona más limpia y con aspecto cuidado y, por otro, ablandan la cutícula interior de forma que sea más fácil empujarla.

La forma correcta de empujar la cutícula es: suaves movimientos circulares empujando ligeramente hacia dentro. Sí, has leído bien: suave y ligeramente.

Y si todo esto no te convence y sigues pensando que es mejor cortar, que sepas que los dermatólogos advierten: Cuando retiras las cutículas reiteradamente, te arriesgas a padecer paroniquias, infecciones que se forman en la piel de alrededor de las uñas, también conocidas como uñeros. Además de padrastos. Tú verás.