¿Qué tienen que ver los corales con la protección solar? • Guapísimas
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¿Qué tienen que ver los corales con la protección solar?

Una nueva generación de filtros de protección preservan la vida de los fondos marinos, descubre cómo

Seguramente ya te habrás topado con alguna publicidad de protección solar con el reclamo “reef friendly”. Significa que lleva filtros solares que no dañan los corales.

¿Y por qué esta (no tan) repentina preocupación por los corales? Pues porque parece que los arrecifes de coral están en peligro, y la causa no es otra que los residuos que dejan algunos de los ingredientes más comunes de un tipo de protectores solares. Luego diremos cuáles son.

La importancia del coral

Los corales desempeñan una función esencial en el equilibrio de los fondos marinos. A pesar de su fragilidad y de que solo representan un 0,2% de la superficie total de los océanos, albergan cerca de un tercio de todas las especies marinas y contribuyen a limitar la erosión de las costas. De su salud depende la biodiversidad de nuestros océanos.

Esta nueva categoría de solares llamadas “reef friendly” se compromete a contribuir a salvar la barrera de coral. Aunque de momento es una acción voluntaria por parte de los laboratorios, ya existe la normativa de Hawái, un referente en materia de protección de los océanos, que ha aprobado por primera vez una regulación para los protectores solares que contengan sustancias químicas potencialmente tóxicas para los arrecifes de coral y otros organismos marinos.

Esta regulación, que entrará en vigor en 2021, limita el uso de determinados filtros, como la oxibenzona y octinoxato, que pueden causar daños en los corales, aumentando la decoloración de los mismos y afectando a su desarrollo y al de otros organismos marinos.

Numerosos estudios realizados constatan que cada año se vierten al mar unas 14.000 toneladas de protector solar.

Sin microplásticos pero con nanopartículas

Desde hace tiempo, la cosmética ya no contiene microplásticos, lo que supone un problema menos para la fauna marina. Ahora toca resolver el problema de las nanopartículas que están matando el coral.

Las barreras de coral no son solo vistosas estructuras subacuáticas, sino que constituyen el hogar de numerosas especies y organismos fundamentales que se encargan de mantener la biodiversidad de la fauna marina y el equilibrio del planeta en general.

En los últimos 30 años, coincidiendo con la época de mayor concienciación en cuanto a fotoprotección, se han destruido un tercio de los arrecifes. Lo que más daña el fondo marino y proviene de algunos filtros de protección solar es:

  1. Oxibenzona (también conocida como benzofenona-3 o BP-3). Provoca graves deformaciones morfológicas en los arrecifes de coral, dañando su ADN y, lo que es aún más alarmante, actuando como un perturbador endocrino. Esto último provoca que el coral se encapsule dentro de su propio esqueleto y termine muriendo.
  2. Nanopartículas de óxido de zinc y de dióxido de titanio. Sus minerales microscópicos pueden ser absorbidos por los organismos marinos y resultan perjudiciales tanto para éstos como para el crecimiento de los arrecifes. El gran desafío de los laboratorios supone seguir usando estos ingredientes pero no en nanopartículas.
  3. Otros: Octinoxate, PABA (Aminobenzoic Acid), Enzacamene, Octisalate, Homosalate y Avobenzone.

Filtros minerales

Si quisieses dejar de usar óxido de zinc y dióxido de titanio, lo tendrías muy fácil. Bastaría con dejar de usar filtros minerales y sustituirlos por filtros químicos.

El problema es que los filtros químicos no siempre sientan bien a las pieles más sensibles y no deben usarse en, por ejemplo, niños. No quiere decir, en ningún caso, que sean dañinos ni mucho menos tóxicos, pero al absorberse en la piel dan más guerra en forma de reacciones cutáneas.

Niños y pieles sensibles deben recurrir a protectores solares minerales, que combinan dióxido de titanio y óxido de zinc, que nunca resultarán contaminantes (incluso si están parcialmente depositados) y serán inertes si no tienen un tamaño nano.

Otras acciones a favor del mar

No todas las compañías que se consideran defensoras de la salud del océano se circunscriben a quitar nanopartículas o a usar plástico reciclado del mar para fabricar sus envases, sino que participan activamente en el cuidado del océano.

Por ejemplo, Biotherm tiene el programa Water Lovers para la conservación de los océanos y, junto a Mission Blue, trata de hacer una producción 360 respetuosa, por ejemplo, haciendo envases reciclados y reciclables, etc.

Otra compañía muy activa en proteger el medio marino es Avéne. Sus solares contienen filtros no ecotóxicos y este año, aliados a la Fundación ECOMAR, llevarán a cabo una limpieza de las costas españolas (si se lo permite la dichosa nueva normalidad).

Por su parte, REN colabora con la Fundación Surfrider, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la protección del océano, las olas y las playas, desde el año 2018. ¿Su objetivo? Limpiar de plástico estos espacios al tiempo que sigue trabajando en su programa Zero Waste con el que, en 2021, pretende convertirse en una compañía 100% limpia con el medioambiente.

Por último, pero no menos importante: Clarins. Fue la primera marca que respaldó el ambicioso reto de «Plastic Odyssey», un catamarán de 25 metros que se propulsa exclusivamente gracias a la energía de los residuos plásticos recolectados en cada escala.

Tras la selección y el reciclaje a bordo, los materiales no reciclables se convierten en carburante para alimentar los motores de la embarcación. El inicio de la expedición es en 2020 y tendrá una duración de tres años, en los que se recorrerá Centroamérica, Asia-Pacífico y África.