¿Me tengo que hidratar el pelo como hago con la piel? • Guapísimas
¿Le hace falta a Alejandra Onieva hidratar el pelo? / FOTO: Getty Images

¿Me tengo que hidratar el pelo como hago con la piel?

Hay dos trucos para saber si tu cabello está seco... y varias estrategias para rehidratarlo

El cabello, para estar bonito y brillante, tiene que estar hidratado (entre otras cosas). Expertos de Schwarzkopf nos explican que, para saber identificar un pelo seco, te fijes en el tuyo:

En general, el cabello seco se parte con mucha facilidad, es difícil de desenredar y presenta una ausencia total de brillo. Al tocarlo, su tacto nos recuerda a la paja.

¿La razón? Ya no está protegido por la grasa capilar que normalmente lo cubre y se vuelve seco, fino y permeable. Sin la cobertura que le proporciona la grasa capilar, la cutícula ―normalmente lisa y uniforme― se vuelve áspera y porosa.

Por lo tanto, el agua que contiene la fibra capilar se escapa a través de las pequeñas fisuras de la fibra y, al final, el cabello acaba deshidratándose. Si quieres tener el cabello hidratado, brillante y saludable, primero debes identificar si realmente tu cabello está deshidratado.

¿Cómo puedes hacerlo? Desde Termix nos enseñan dos trucos. Antes de nada, aclarar que el principal indicador de un cabello deshidratado es la porosidad. Y para saber el grado de porosidad se pueden hacer dos cosas:

  1. Tocar el cabello –totalmente seco- desde la punta a la raíz. Si la cutícula está rugosa, el cabello estará pidiendo a gritos un extra de hidratación.
  2. Y la otra prueba, nuestra favorita, es la del vaso: Deposita un cabello en un vaso lleno de agua y déjalo así durante 3 minutos. Si este se hunde, significará que ha absorbido más agua y que, por tanto, está sediento de hidratación.

La buena noticia es que se puede arreglar.

La humedad es clave

Decíamos que es importante que el cabello esté hidratado. Y es que, por mucho que la odiemos en ocasiones, en las que llegamos a la oficina con la cabeza como una escarola, la humedad es la base para un cabello sano.

La explicación es sencilla: El 70% del cabello está formado por agua. A su composición, le siguen el 28% de proteínas, donde destaca la queratina, y el 2% de lípidos. Como la mayor parte del cabello es agua, esta misma será la base para mantener un cabello saludable.

El pelo también se seca

Se seca, sí. Y quizá no por los motivos que estás pensando.

Igual que la piel, el cabello puede resecarse. “Y aunque no notemos esa sensación de tirantez a través de la que la piel nos informa que debemos aplicar nuestra crema, el cabello tiene su propia forma de transmitirnos un SOS”, explican desde Termix.

Los cabellos deshidratados devuelven una imagen menos brillante, más apagada y son ásperos al tacto. Además, están encrespados”.

Motivos de la deshidratación capilar:

  1. Exceso de alteraciones químicas: Tintes, mechas, decoloraciones. La cutícula, tras el tinte, se resiente y el cabello acaba por mostrarse más áspero, mate y se electrifica con mucha facilidad. Esto, como ya hemos comprobado, se traduce en la pérdida de la humectación natural del cabello.
  2. Agentes externos: El agua clorada de las piscinas, el viento, la sal del mar o el frío en invierno…
  3. Malos hábitos de cuidado y peinado: Cepillar el cabello es un gesto que realizamos a menudo, pero si no lo hacemos bien podemos dejar el cabello apagado y sin brillo. Es importante tener un cepillo para cabello húmedo y otro para cabello seco.
  4. El calor seco: Es una de las principales fuentes de deshidratación del cabello. El uso diario de secadores, planchas de pelo, rizadores… Es muy importante regular la temperatura a nuestro tipo de cabello. Y es muy recomendable utilizar un protector térmico.

Claves para hidratar el cabello:

  • -Si tu cabello es seco, no lo laves a diario si no hace falta: te arriesgas a someter al cuero cabelludo a tensiones, irritándolo y llegando a dañar el ph del mismo. En todo caso, si tu cabello es muy seco, usa el champú que más nutrientes aporte.
  • -La forma de lavarlo también es importante. Debemos centrarnos en eliminar la suciedad del cuero cabelludo y nunca frotar el cabello sobre sí mismo para no abrir la cutícula.
  • -Una vez por semana, mascarilla intensiva.
  • -Ojo al secarlo: Primero, elimina la humedad con una toalla de microfibra al salir de la ducha. Para ello, utilizaremos la toalla a leves toques sin frotar, para evitar producir el efecto “escama de pescado”.
  • -Con el secador, siempre protector térmico, para evitar el impacto directo de las altas temperaturas en el cabello.
  • -Si vas a hacer un brushing, asegúrate que el cabello está un 80% seco para no sobresaturarlo. Elige el cepillo que más se adapte a tu tipo de cabello.
  • -Utiliza productos con extra de hidratación, nutrientes. Por ejemplo, un aceite capilar.
  • -Por último, se puede limitar la porosidad del cabello sellando la cutícula. Hay sueros capilares que se aplican de medios a puntas para limitar el encrespamiento y evitar las temidas puntas abiertas.