Dicen los expertos en cuidado de la piel que el running (sobre todo, si es muy intenso) es el deporte que más envejece. Sobreesfuerzo, sol, contaminación, impacto, pérdida de grasa facial…
Por un lado, la agresiva acción de la radiación UV en contacto directo con la piel y, por otro, el consumo extra de oxígeno activo, producen radicales libres en el organismo.
Que una mujer que lleva una vida saludable, es joven y está en forma revele un rostro envejecido es una pena. Pero tiene arreglo. Conozcamos primero por qué ocurre y exploremos cómo evitarlo y ponerle solución.
El exceso de ejercicio se nota en el rostro. Las facciones van perdiendo sus volúmenes y la piel se deshidrata y pierde tono” (Patricia Cuenca, directora técnica del Centro Oxigen)
La Dra. Paula Rosso, del Centro Lajo Plaza en Madrid describe al detalle la gran duda:
¿Cómo es la cara de runner?
MENOS GRASA CUTÁNEA: Del mismo modo que se pierde grasa a nivel abdominal o en las piernas, el rostro también ‘adelgaza’ y se ve más demacrado con el paso del tiempo. En el rostro del runner todos los compartimentos grasos profundos, y a veces los superficiales, se vacían y se nota mucho esa reabsorción grasa, llegando a perderse los volúmenes.
FLACIDEZ DE IMPACTO: Está provocada por el impacto repetido contra el suelo que descuelga los músculos del rostro –en especial las mejillas- y hace que la piel pierda tono.
ENVEJECIMIENTO PREMATURO: Casi todos los corredores profesionales aparentan más edad de la que tienen. El consumo continuado de oxígeno activo y muy intenso provoca que aparezcan radicales libres en el organismo y acelera la oxidación. Y estos son responsables de este tipo de envejecimiento.
LAS CÉLULAS SE OXIDAN ANTES: A causa del esfuerzo de los músculos al correr durante tiempos prolongados, se incrementa el proceso de oxidación de las células del organismo.
PIEL SOBREEXPUESTA: Al correr al aire libre la piel se expone directamente al sol, el viento, al frío y a la contaminación. A consecuencia, aparecen manchas, la piel se deshidrata, soporta un exceso de radicales libres y se muestra, en resumen, más ajada.
EL SUDOR LO ARRASTRA TODO: A través de él se pierden toxinas sí, pero también una buena cantidad de minerales que resultan imprescindibles para la regeneración cutánea.
Por su parte, la Dra. Concha Albert, especialista en cirugía plástica, cirugía reconstructiva y cirugía estética del Instituto Tapia, alude a los estudios que ya existen apoyando esta teoría que relaciona running y envejecimiento prematuro:
Varios estudios sugieren que correr intensamente y en largas distancias acelera la oxidación de manera dramática, lo que se traduce en más arrugas, manchas y flacidez; es decir: se acelera el envejecimiento cutáneo”
El daño ocasionado por el aumento de los radicales libres generados por el ejercicio de alta intensidad y el running de largas distancias induce al estrés oxidativo y envejece la piel a un ritmo acelerado. Así lo afirma un informe del INIBIBB (Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca, Argentina:
Al respirar intensamente se consume más oxígeno y esto genera radicales libres, los enemigos de una piel joven. Si a esto le sumamos los efectos terribles de la contaminación, de los que nadie se escapa si practica running al aire libre, el resultado será una piel prematuramente envejecida.
3 cambios para prevenir y solucionar la cara de runner:
- Cambios en la dieta: Seguir una alimentación rica en productos antioxidantes (frutos rojos, brócoli, espinacas y cítricos. Por la noche, en crudo y pre-digerida (es decir, batida), es la mejor forma de absorber los antioxidantes de frutas y verduras.
- Algún complemento nutricional: Si se consulta a un experto y este lo recomienda, puede ser buena idea tomar comprimidos con antioxidantes que contengan vitaminas C y E, que combaten los radicales libres. También conviene el colágeno (en cápsulas, gel o líquido), pues correr hace que este, en la piel, se desestructure, se pierda textura y elasticidad.
- Descansar: Hay que dormir una media de 8 horas para mantener a raya la oxidación.
Nueva rutina cosmética
Si pensamos en cosmética, las runners deben –ya lo saben ellas- recurrir a una fotoprotección más alta de amplio espectro (de textura especial para sudor intenso que no pique en los ojos) e introducir en la rutina cosmética un suero antioxidante y usarlo con constancia.
Por otro lado, conviene reponer hidratación y alimentar la piel envejecida. El ácido hialurónico es la mejor manera de corregir las líneas faciales, estimula la producción de colágeno propio, nutre el cutis y lo protege de las sustancias oxidantes.
Propuestas en cabina
Desde desde las consultas de dermatología y medicina estética nos lanzan sus propuestas:
La doctora Paula Rosso, médico estético del Centro Lajo Plaza en Madrid, nos explica todo lo que hay que saber sobre la cara de corredor (y nos propone un tratamiento que lo corrige y realiza ella en la clínica):
“Mejillas caídas, surcos nasogenianos muy marcados, manchas, sequedad… A simple vista puedo detectar cuántos kilómetros corres a la semana”, argumenta. Y pone sobre la mesa la forma de evitar estos signos con Ultra Runner, el tratamiento que la corrige.
Consiste en una reestructuración facial con UltraDeep, el ácido hialurónico reticulado más denso con el que contamos en la actualidad que resulta el más indicado para la reposición de los compartimientos grasos profundos y para volver a proyectar los volúmenes perdidos de la forma más natural. Al poder inyectarse en un plano mucho más profundo, justo por encima del hueso, los volúmenes se proyectan desde el interior y hay riesgo cero de que aparezcan los antiestéticos bultos. En 40 minutos y mediante finas cánulas se inyecta el producto y sus resultados se aprecian de inmediato (se mantienen durante año y medio). Cuesta entre 890 y 1.200€.
El Instituto Tapia recomienda: Biorrevitalización facial con un cóctel preciso y bien formulado, a base de vitaminas C, E, ácido hialurónico y oligoelementos puede ser la mejor manera de contrarrestar los efectos perniciosos del abuso de la carrera en la piel, y le aporta luminosidad y suavidad. Pero hay que ser constante, realizar varias sesiones al año, y algunas de mantenimiento.
La Dra. Lázaro, experta en Medicina Estética con su propia clínica en Zaragoza propone estos otros tratamientos para evitar la cara de runner:
- Inductores de colágeno para pieles finas: La hidroxiapatita cálcica y la policaprolactona son dos infiltraciones muy apropiadas para recuperar la tensión facial, sobre todo en el caso de pieles muy finas y sin tono, porque inducen el colágeno y la elastina. Basta una sesión, y su precio parte de 350€.
- Radiofrecuencia para quien no quiere pincharse: Es muy adecuada (tanto bipolar como monopolar) para mantener los tejidos en casos de flacidez poco acusada. Se recomienda hacer un mínimo de 6 sesiones + mantenimiento, a partir de 80€ la sesión.
- Hilos tensores para completar al inductor de colágeno: Cuando la piel es muy fina y además le falta volumen y tensión, tras aplicar un inductor de colágeno puede requerir hilos tensores, que reafirman al momento al mismo tiempo que inducen nuevo colágeno de manera progresiva. Una sesión con hilos espiculados en una zona, desde 550€.
- Mesoterapia revitalizante. El cóctel formado por vitaminas (A, que actúa sobre la flexibilidad y la densidad, B, que actúa sobre el metabolismo de los ácidos grasos, C y E, que inciden en la flexibilidad y combaten los radicales libres) aminoácidos, minerales, coenzimas, ácidos nucleicos y ácido hialurónico revitaliza la piel castigada por el sol, la polución y los radicales libres.
- Ácido Hialurónico Volite. Está diseñado específicamente para mejorar la calidad de la piel y dejarla hidratada, jugosa y luminosa. Es un tipo de hialurónico de alto y bajo peso molecular que se aplica mediante la tecnología Vycross. Una sesión, desde 250€.