¿Cuántas veces al día hay que limpiar la piel? • Guapísimas

Ya nadie duda del valor de mantener la piel limpia. Sin pasar por agua y jabón (entendedme cuando digo jabón), se ve mate y envejece más rápidamente. Además, mientras está sucia, sea esta suciedad básicamente células muertas y sebo, no deja que los cosméticos penetren bien y cumplan sus funciones.

Seas hombre o mujer, tengas la edad que tengas y te maquilles o no, te tienes que limpiar bien la cara a diario. Por la mañana y por la noche.

3 MOTIVOS PARA UNA BUENA LIMPIEZA

  1. Cada día hay que eliminar los restos de maquillaje, filtro solar, sebo, polvo, partículas de polución, etc.
  2. Si quieres que tus fabulosos sueros y tus ampollas más preciadas hagan su trabajo, hay que dejarles vía libre en una piel oxigenada y ávida de mimos.
  3. Por la mañana hay que retirar el exceso de lípidos producidos durante la noche.

EL BOOM DE LAS LIMPIADORAS

Claramente, vivimos un verdadero boom de la limpieza facial. De la convencional, pasamos a la doble limpieza, heredada de las mejores costumbres japonesas y, sin haberla aprendido del todo, irrumpe en nuestros tocadores la triple limpieza. Habrá que ponerse a ello.

Preguntamos a los expertos su razón de ser y cómo y con qué llevarla a cabo. Nos explican que, hasta ahora, lo más sofisticado para hacer la limpieza facial era usar primero un producto oleoso para arrastrar los elementos grasos como maquillaje y filtro solar (que son liposolubles, es decir que, por afinidad, se retiran mejor con algo graso) y, con la piel ya desmaquillada, usar un producto limpiador adecuado al tipo de piel capaz de retirar el resto de suciedad hidrosoluble: polución, sudor, polvo, células muertas, etc.

Este segundo producto, si la piel es grasa o con acné, sería un gel espumoso que se aclare con agua, que no aporte grasa y ayude a equilibrar la piel. Mejor si, además, no reseca. Para el resto de pieles, cualquiera que resulte fáciles de aplicar y emulsione los restos de suciedad de la piel.

¿CUÁL ES EL TERCER PASO?

El tercer paso de la triple limpieza se sitúa en el suave peeling que consigue una loción específica. Por la noche, y siempre que te hayas maquillado, hayas usado filtro solar o hayas hecho deporte, se puede hacer una triple limpieza facial.

Primero, con un aceite, leche o bálsamo limpiador. Después, con una espuma limpiadora al agua y, tercero, con un peeling en loción (o discos impregnados).

Utilizados consecutivamente cada noche, nos garantizarán el desprendimiento de todas las sustancias nocivas que se han acumulado sobre la epidermis, además de las secreciones endógenas y los productos de protección solar, que pueden ser muy pesados y oclusivos.

HABRÍA UN CUARTO PASO

Si rizamos el rizo, tendríamos que aclarar que, en realidad, la limpieza triple no termina hasta que se da el último paso (que va el último sea limpieza de uno, dos o tres pasos): el tónico.

Lilin Yang, fundadora de MiiN Cosmetics, tienda especializada en cosmética coreana (miin-cosmetics.com), nos ayuda a entenderlo desde el punto de vista de las coreanas, auténticas freaks de la cosmética, que pueden dedicar hasta 20 minutos a limpiar la piel cada día:

“El primer paso siempre es desmaquillar. Tras ello, volvemos a limpiar la piel y la aclaramos con agua. Con la piel limpia, toca el exfoliante de uso diario, que suele ser en formato líquido (con algún alfahidroxiácido en baja concentración) y que no se aplica por toda la cara, sino en las zonas en las que hay más poros dilatados o puntos negros.

Y continúa: “El siguiente paso ya es el tónico. Hasta que no se aplica el tónico no hemos terminado porque este es indispensable para cerrar los poros y restaurar el ph de la piel, sólo entonces está lista para los siguientes productos. Las coreanas, además del tónico, usan la esencia que ayuda a renovar las células de la piel y aumenta su elasticidad y firmeza”.

OJO, PIELES SENSIBLES

Si ya estás mareada de tanto producto, un último esfuerzo. Pon especial atención si tu piel es muy sensible.

No todas las mujeres aceptan la triple limpieza. Por ejemplo, las más sensibles, con patologías como rosácea o eczema, o bajo tratamiento médico para el acné, se pueden ver perjudicadas por un exceso de limpieza o exfoliación.

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