De la despensa fue al botiquín casero ¡y de ahí a la cosmética más cool!
Puede que el yogur con miel fuera tu postre favorito de niña y entonces no intuyeras todos los beneficios que tenía escondido para ti y tu piel alterada.
Pero es así. Desde los tiempos de nuestras abuelas se han usado estos dos ingredientes para rescatar nuestra piel en momentos de necesidad.
Cuentan los farmacéuticos de Grecia que el yogur griego ha sido remedio aftersun desde hace generaciones y generaciones. Se aplicaba en capa gruesa cuando tenías la piel quemada y ayudaba a aliviar y regenerar.
El yogur es una fuente natural de lactosa, proteínas, minerales y vitaminas que incrementa el contenido de agua de la capa superior de la epidermis y refresca la piel. Las vitaminas E y D del yogur ayudan a aliviar y a reparar el daño causado por las quemaduras solares.
Esta enseñanza ancestral se ha llevado ahora a la piel del rostro que, por acción del exposoma, puede volverse sensible, seca, sin luz y con cansancio. Signos que aumentan si el microbioma de la piel pierde su equilibrio debido a factores cotidianos como el estrés.
Por ello, la marca griega Korres ha creado una nueva línea aprovechando las virtudes del yogur griego. No es la primera vez que recurre a él, aunque esta vez el foco lo pone en los prebióticos y probióticos que contiene. Además, suma el innovador complejo WaterPach para dar a la piel sensible y seca 48 horas de hidratación profunda, una acción calmante y la capacidad humectante recuperada, además de su aspecto saludable.
El yogur, en esta línea hidratante, consigue una hidratación profunda, fortaleciendo el cutis y manteniendo el equilibrio del microbioma de la piel.
Desde La Chinata nos ennumeran las virtudes cosméticas que provienen del panal. “La miel, el gran regalo que nos hacen las abejas, tiene multitud de beneficios para la piel ya que no sólo ayuda a limpiarla en profundidad sino que, gracias a su contenido en vitaminas y minerales, aporta hidratación, nutrición y lucha contra el envejecimiento. Además es antibacteriana, antioxidante y calmante”.
De que es calmante podemos dar fe porque lo hemos probado. Desde hace siglos existe un truco de belleza casero que consiste en usar miel como reparador labial cuando tienes los labios muy cortados.
Se pone un poco de una miel buena sobre los labios y se deja actuar unos quince minutos. Para ampliar su efecto reparador, puedes poner un poco de vaselina pura encima. Esto hace que la piel se aísle del exterior y, de esa forma, pueda centrarse en curarse.
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