Puede que el confinamiento, con el consiguiente cierre de todos los establecimientos como peluquerías y centros de estética, te haya pillado con las uñas recién hechas.
Si la última vez elegiste uñas de gel o esmaltado permanente, puede que en unos días -cuando las tengas crecidas- te veas en la tesitura de borrarlo o quitarlas por tus propios medios.
Llegado ese momento, y teniendo en cuenta que queda tiempo de #yomequedoencasa, por favor, lee estas instrucciones que nos han pasado las expertas en manicura de Katia en Camerinos a través de Treatwell. Conseguirás retirar el color sin dañar las uñas.
Material necesario
Para retirar el esmalte semipermanente o las uñas de porcelana, necesitaremos: lima de uñas gruesa, acetona pura, algodones, papel de aluminio y un palito de naranjo o cualquier otra pequeña herramienta que nos ayude a retirar.
Paso a paso:
- Lima la capa superior de esmalte semipermanente con cuidado, para restar volumen y que la acetona penetre mejor.
- Empapa trozos de algodón en acetona y colócalos sobre las uñas.
- Para que no se evapore, cubre con papel de aluminio cada dedo.
- Deja actuar la acetona durante unos 30 ó 40 minutos.
- Retira el aluminio y el algodón. Verás que el esmalte se ha arrugado y, empujándolo con el palito de naranjo, sale bastante fácilmente. Si se trata de porcelana o de gel, la textura será gomosa.
- Si durante este proceso notas que cuesta retirar el esmalte, vuelve a cubrir con algodón en acetona y papel de aluminio unos diez minutos más.
- Es posible que, al acabar, queden restos de uña. Para ello, con cuidado, lima el resto de producto y al acabar, lávate bien las manos para eliminar restos de acetona e hidrata.
Salvar los trastos
Si, en lugar de retirar por completo el color, prefieres mantenerlo, hay un truco. Nos lo regala la cadena de salones Nails and the City (también a través de Treatwell):
Lo mejor es limar suavemente la superficie para nivelar el crecimiento y aplicar una capa de esmalte similar, o más oscuro, desde el crecimiento de la uña para disimular la diferencia”
¿Y qué pasa después con la uña?
Es posible que, después de retirar el gel o el esmalte semipermanente, las uñas estén debilitadas. Es el momento de mimarlas a tope. Si está realmente frágil, la solución es cortar a ras la uña rota y cubrirla con un esparadrapo. “De esta manera, no se enganchará con nada y no irá a peor. En unos días la uña crecerá y dejará de doler”, apuntan los expertos de Treatwell.
Y, por supuesto, el mantra es: hidrata, hidrata, hidrata. Ponte crema de manos más que nunca. No solo porque las manos están secas de tanto lavarlas, sino porque las uñas también necesitan hidratación y nutrición.
Puedes usar crema o aceites. Lo que más te guste, pero con constancia y aplicando masaje a las uñas y la piel alrededor y encima.
