Está claro: nos hemos vuelto locas con las cejas. Por fin (alabado sea el Señor) nos hemos dado cuenta de su importancia a la hora de atraer miradas a tu mirada. Llevar las cejas desarregladas da un aspecto descuidado; llevarlas on point puede llegar a tener efecto lifting.
Después de explorar todas las posibilidades para maquillar las cejas (de forma más discreta, evidente, necesaria o festiva), sabemos que existen todo tipo de productos. Después de los delineadores de varias puntas que imitan el efecto del microblading y técnicas caseras para emular el lamination, pasando por lápices convencionales, ceras y otros productos adhoc para retocar algún que otro defecto, llega a nuestras vidas la pomada.
¿Qué es exactamente la pomada de cejas?
No es un producto nuevo, pero sí es de esos que están viviendo un revival con nuevas formulaciones y una gama más amplia de tono. Si nunca la has probado, atenta a cómo la describe Gato, maquillador oficial de Maybelline NY:
Las pomadas para cejas son un producto en crema (parecido a un betún) que nos ayuda a crear un estilo súper natural y ligero y que tiene la ventaja de fijarse mejor, por lo que son una excelente opción para lograr unas cejas naturales y bien definidas por más tiempo”.
Y ahora, sepamos cómo sacarle todo el partido posible. Nos ayuda Gisela Bosque, National Makeup Artist de Sephora, que tiene varias claves para elegir el tono más adecuado, aplicarla correctamente y crear una ilusión óptica perfecta.
Cómo se usa la pomada de cejas
Depende de lo que busques. Si es poblar las zonas dispersas, atenta a lo que propone Gisela: “Una ventaja de este tipo de fórmulas con colores tan concentrados es que son ideales para falsificar pelos en áreas despobladas o para definir la forma de la ceja. Además, siempre se pueden utilizar junto a cualquier otro producto para cejas, por ejemplo con un lápiz”.
Con qué cepillo y en qué tono:
- El cepillo adecuado: “Puedes tener el mejor producto, pero si no utilizas el cepillo correcto para aplicarlo el resultado no será el esperado. Elige uno con la punta biselada para aplicarlo y prueba una línea en el dorso de tu mano antes de ir directamente a las cejas.
- En el caso de que quieras suavizar los trazos, ayúdate con un cepillo de carrete. Nuestro pincel de doble de punta es perfecto, por un lado es biselado y por el otro su cepillo te ayuda a difuminar y a crear una deja definida y natural”, explica Gisela Bosque.
- ¿Cuál es tu tono? “Para un resultado natural, elige un tono similar al color de tu ceja. Pero si quieres un efecto sombreado y con mayor densidad combina dos tonos, teniendo en cuenta tanto el color del cabello como el de la ceja, el degradado enmarcará la mirada pero sin endurecerla.
- Aplica el más claro del extremo interior hacia en centro de la ceja y el oscuro desde el centro hacia el exterior. A continuación, difumina el corte con el cepillo del pincel”, recomienda la experta.