¿Eres adicta a la manicura permanente? • Guapísimas

Si eres adicta a la manicura permanente, ya te habrás dado cuenta de que, según la marca y, sobre todo, cómo lo apliquen y lo retiren, las uñas pueden sufrir. A algunas mujeres, de hecho, se les quedan como papel.

Eso pasa porque a veces no damos a las uñas los cuidados necesarios entre manicuras y también porque nos empeñamos en llevar la permanente aunque no sea recomendable si tus uñas son frágiles, muy cortas o están dañadas.

Para que puedas esquivar los posibles daños y te des el gustazo que supone llevar las uñas perfectas dos semanas cada vez, hemos recopilado algunos consejos para cuidar tus uñas si llevas manicura permanente. Nos los regalan los expertos de Beter.

Consejos para mimar tus uñas adictas a la manicura permanente:

  1. Aunque la idea te pueda resultar súper tentadora, ni se te ocurra jamás arrancar el esmalte. Sin darte cuenta, al levantar esa capa de color, te puedes estar llevando una o varias capas de uña que después te cuesta la vida recuperar. Hasta puede llegar a doler porque la uña se queda desprotegida y cada toquecito… ves las estrellas.
  2. Mientras llevas la manicura permanente, hidrata tus uñas y cutículas con aceite. Este gesto cotidiano, según los expertos de Beter, ayuda a evitar la laminación y a mantener tus uñas naturales suaves y flexibles.
  3. El aceite o crema de uñas se debe aplicar a diario realizando un masaje para que penetre en la matriz de las uñas.
  4. No te olvides de las cutículas. No cortarlas (sino empujarlas), tenerlas bien hidratadas y en su sitio puede evitar la laminación y ayudar mucho a mantener tus uñas naturales suaves y flexibles.
  5. En los períodos de descanso es recomendable aplicar una mascarilla reparadora de noche para vigorizar y fortalecer las uñas.

Prevenir es curar

Aunque la manicura permanente es adictiva, es importante realizar periodos de descanso entre una sesión y otra. Desde Beter recomiendan que pasen, al menos, dos semanas.

Durante ese periodo tampoco es necesario que las lleves desnudas, pero puedes aprovechar para usar esmalte con tratamiento (fortalecedor o nutritivo), sobre todo si aprecias que tus uñas están débiles o laminadas.

Cuando lleves tus uñas al aire, acuérdate de protegerlas cuando realices tareas con agua y detergentes o productos de limpieza agresivos que podrían dañar la superficie o provocar laminación a causa de la humedad”.

Esto es especialmente importante ahora, que nos pasamos el día con la bayeta y la lejía, persiguiendo al microscópico bicho por toda la casa.