Se vende a bombo y platillo como una forma muy eficaz de dar un mimo a tu rostro que permite, como su nombre indica, usar varias mascarillas. Pero no una encima de la otra, en plan layering, sino cada una en su sitio.
Porque, aunque hay caras que aceptan cualquier plus de hidratación o luminosidad en una sola mascarilla, algunas como las mixtas-grasas o las sensibles agradecen que cada zona se trate con el producto más adecuado.
Se puede tener una zona T (frente, nariz y barbilla) muy grasa y el resto normal, incluso tirando a sensible… O tener las mejillas y la zona sobre las cejas muy sensibles y el resto un poco deshidratado… En esos casos no parece mala idea combinar en un solo ritual varias mascarillas. También existe la posibilidad de dar al rostro un cuidado equis y a la zona mandibular y cuello un tratamiento reafirmante. Las combinaciones son infinitas.
Jessica Alba lo practicaba en plena cuarentena:
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“La multi-mascarilla te permite centrarte en partes específicas de tu rostro con mascarillas distintas, así puedes tratar todas tus zonas rebeldes y problemas de la piel al mismo tiempo.
Se trata de usar mascarillas diferentes en distintas partes de tu rostro, sin superponer o mezclar mascarillas”, cuentan desde Artistry.
Esta compañía, que vende un maquillaje y tratamiento puntero y divertido, ha desarrollado una app llamada ARTISTRY™ VIRTUAL BEAUTY que ayuda a identificar la combinación de mascarillas que mejor resultado pueda tener sobre tu rostro.
Personalización extrema: Las zonas faciales
Decimos que el multimasking te permite usar varias mascarillas en las diferentes zonas del rostro. Por si acaso no te aclaras con esas zonas, te contamos lo que, en general, suele ocurrir en la cara:
FOTO: Artistry
Frente: Arrugas, textura áspera
Zona T: Exceso de grasa, brillo, poros abiertos
Debajo de los ojos: Sequedad, opacidad, ojeras, arrugas
Mejillas/barbilla: Sequedad, textura áspera, flacidez
Línea de la mandíbula: Sequedad, flacidez
Cuello: Arrugas, flacidez
Sobre todo, divertido
Para muchos expertos en cuidado de la piel, el multimasking no deja de ser un gesto de belleza divertido, tampoco estrictamente necesario en todas las rutinas. Pero es como quien se pone una mascarilla en el pelo en forma de flamenco o aguacate o decide pasarse la tarde con una careta de tigre que le promete una piel resplandeciente. Son mitad cuidado, mitad experiencia.
Los dermatólogos no dan demasiado crédito a esta técnica. Incluso algunos, como la Dra. Ana Molina, se ríen abiertamente de ella:
Al multimasking yo le llamo multimarketing. Solo sirve para llenar los perfiles de redes sociales de fotos con caras de colorines. El multimasking es multi-consumidor de tiempo: abre tarro, cierra tarro, coge pincel, lava pincel, abre sobre, mira instrucciones. Vamos, que se tarda su tiempo, y más si pretendemos seguir al dedillo alguno de los tutoriales de Youtube, con más de 10 mascarillas diferentes, pasos y áreas estrictamente delimitadas. Para colmo, no es muy ecológico que digamos, sobre todo si tiras de mascarillas monodosis, con todo su embalaje”.
Le vamos a perdonar a la doctora este momento beauty-hater con el que se arrancó contra esta técnica porque probablemente topó con ella en TikTok o Youtube, donde todo se lleva al extremo. Aquí no defendemos usar diez mascarillas a la vez, entre otras cosas porque dudamos infinito que en un rostro haya diez zonas diferenciadas.
Mix & Match
Ahora bien, lo que es evidente es que una piel mixta-grasa, por ejemplo, puede beneficiarse de una mascarilla sebo-reguladora en la zona T e hidratante en el resto del rostro y cuello… O también se puede hacer multimasking con parches o con mascarillas que hidraten allí, reafirmen allá…
Otro ejemplo es el de las mascarillas iluminadoras, cuyo efecto exfoliante puede ser un poco irritante en zonas sensibles como contorno de ojos y de labios y, por ello, te recomiendan que esas zonas no las impregnes. Un truco: Realiza el multimasking usando unos parches de ojos y otros de labios.
Nueve normas para dominar el multimasking
- Lo primero, limpia tu piel.
- Mejor si estás recién duchada, con la piel receptiva gracias al vapor del agua.
- Luego aplica una capa visible de cada mascarilla en la zona zona facial específica usando una brocha o tus dedos secos.
- Evita el área más próxima a tus ojos y labios.
- No superpongas o mezcles mascarillas.
- Espera los minutos que indique el fabricante en cada envase ¡nunca más!
- Fíjate bien en las instrucciones porque algunos productos se dejan expuestos y solo se retira el exceso y otros hay que aclarar con agua tibia.
- En cualquier caso, no recurras a algodón ni tisús, sino a discos o toallitas reutilizables.
- Hidrata las zonas que notes que te tiran después de retirar las mascarillas.
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