En los tiempos de nuestras abuelas se decía mucho eso de “la letra con sangre entra”. Es una pena que no llegaran a disfrutar este momento de redes sociales donde se ha demostrado que, con sangre no, pero con risa, entra. Y se queda.
No hay método más eficaz para lanzar un mensaje de divulgación -y que cale en quien lo lee- que recurrir al sentido del humor. Bien lo saben expertos en lo suyo como Boticaria García, la dermatóloga Ana Molina o el dietista nutricionista Carlos Ríos, entre otros.
A esta lista de divulgadores que saben bien cómo transmitir información y que cale en su comunidad se unió hace tiempo Héctor Núñez. Conocido en Instagram como @cosmetocritico, es un farmacéutico que trabaja en la industria cosmética y que, aunque algunos puedan ver en su estilo “con humor y sin filtros” un discurso pelín iconoclasta o políticamente incorrecto, es innegable que domina el tema de las rutinas cosméticas.
Las variaciones de la doble limpieza
Esta semana nos ha deleitado, desde su cuenta, con una valiosísima apreciación dirigida a todas las fans de la doble limpieza. Y esta no es otra que el hecho de que existen posibles variaciones de esta rutina heredada de las japonesas. Aunque, básicamente, consista en limpiar dos veces la piel (normalmente, para desmaquillar y retirar el SPF, la primera, y para terminar de purificar, la segunda), del producto que se use en cada fase dependerá lo bien que vaya a una piel o a otra.
No es lo mismo una doble limpieza para la piel seca que para la piel grasa. Y esta verdad, que es un poco de Perogrullo cosmético, es un aspecto en el que no muchos se han parado. Aunque no sean grandes diferencias y, por tanto, tampoco haya tanto margen para equivocarse, conviene saber que existen diferentes opciones para elegir la más apropiada a ti.
En sus propias palabras, “se podría usar un limpiador al agua dos veces, pero utilizando primero aceite o bálsamo y, después, gel limpiador agua se hace de forma más fácil y suave con la piel”. Ese es el quid de la cuestión. Veamos ahora qué aceites y qué limpiadores.
Doble limpieza, versión conservadora
A las que se complican poco, que él denomina “las puritanas”, recomienda usar primero un aceite puro y, después, un gel limpiador. Con gel limpiador se entiende uno de esos productos que hacen espuma -algunos pocos, algunos mucha- y que hay que aclarar con agua.
Si vas a utilizar aceites puros, evita el aceite de coco y el de oliva al 100%. Son mejor opción el de girasol, jojoba o semilla de uva. En estos casos, puede venirte bien utilizar una toalla desmaquillante de microfibra para retirar el exceso de aceite del rostro antes de aplicar el limpiador al agua”.
Doble limpieza de pieles secas o muy secas
Para pieles muy secas, que él llama “del desierto de Atacama”, propone primero aceite limpiador y, segundo, aceite limpiador y añade: “En este caso, asegúrate de que no deja residuos”.
También estas pieles que a veces quedan tirantes con la limpieza convencional, pueden recurrir, según Héctor, a otro binomio: “Primero, aceite limpiador y, después, una leche, emulsión o crema limpiadora”.
Doble limpieza de pieles grasas
Las pieles grasas, a las que denomina “las Burger Queen Glass Skin”, propone un protocolo en el que, primero, se usa un aceite limpiador o leche limpiadora y, después, un gel limpiador suave. Y hace una precisión:
Si eres una piel grasa, entiendo tu miedo a los aceites, Pero ten en cuenta que no van a quedar en tu piel, además ayudarán a disolver el exceso de sebo. Si aún así te dan miedo, busca aceites desmaquillantes en los que la fase grasa sea aceite mineral (Paraffinum Liquidum), que no penetra y es no comedogénico. Si prefieres aceites puros, opta por la jojoba”.
Y aclara un punto: en pieles grasas insiste en lo del gel limpiador suave porque de nada sirve hacer doble limpieza y meter un gel que te reseca. El sentido de la doble limpieza es dejar limpia la piel de una forma suave.
Point taken? Pues a por ello.
