A Cameron Díaz le encanta la pasta y le gusta la idea de la cocina de aprovechamiento. Solo por eso, seguimos cada receta que hace (ver aquí su ensalada de pepino especial).
Hoy traemos hasta aquí su receta “ramen con lo que tengas”. Aunque lo que ella “tiene” es jengibre fresco, setas shiitake y aceite de sésamo, sin ir más lejos, ingredientes que no son habituales en las neveras y despensas españolas.
Dicho esto, cuando veas el vídeo –y si eres aficionado al ramen- vas a comprobar que no es una receta purista, es más bien una forma rápida de quitarse el mono de este tipo de sopa sin llamar a Glovo (o el delivery que triunfe en las colinas de Hollywood).
Contiene caldo de pollo y pasta de trigo refinado, verdura fresca y un huevo. Podría decirse que es un Plato de Harvard flotante (aunque, para serlo, la proporción de verdura debería ser mayor y la de pasta, menor). Ella hace su receta con noodles clásicos pero tú, si eres celiaca o estás en plan keto, puedes usar fideos de arroz o de konjac.
Solo hay un pero que le ponemos a la receta de Cameron y es que usa los polvos de sabor que trae el paquete de fideos (que suelen ser bombas de sal y, básicamente, glutamato monosódico en vena). Dado que pone muchos ingredientes y que los cocina de forma que se potencie el sabor, nosotras nos ahorraríamos ese paso.
¿Qué es un ramen?
Puede ser que en este momento te estés sintiendo totalmente fuera del tema porque nunca hayas oído hablar del ramen, así que aquí va una breve descripción nivel Wikipedia:
Ramen es un plato típico de la cocina japonesa que consiste en una sopa hecha con caldo de carne o verduras y salsa de soja al que se añaden unos fideos largos de harina de trigo y otros ingredientes, como huevo, carne o verduras”.
En realidad, el ramen es una súper fantasía culinaria que, desde hace años, está muy de moda en España y son muchos los restaurantes (algunos ultra-cuquis y otros muy auténticos/cutres) que han abierto para ofrecer este manjar que se toma en cuenco y que, digámoslo ya, no es apropiado ni para una cita romántica ni para una comida comprometida de trabajo, por poner solo dos ejemplos.
De hecho, el ramen contiene fideos infinitos y empapados que hay que sorber y cortar con los dientes, el caldo achicharrante se toma con cuchara y también tiende a ser ruidosamente sorbida… Vamos, que te falta que te pongan un babero para degustarlo. Pero es muy rico. Y tan variado en sus ingredientes que siempre hay una combinación en la carta capaz de conquistar a cada comensal.
Distintas opciones de ramen / FOTO: Shutterstuck
El ramen de Cameron
Pero volvamos a Díaz. Por muchos chistes que haya hecho al respecto durante su etapa como actriz (recuerda la compra que hace al llegar a Inglaterra en la peli The Holiday), parece que la actriz californiana no demoniza los carbohidratos –sean de cena o almuerzo- y se permite disfrutar de vez en cuando de este plato japonés a base de fideos de trigo y mil y un condimentos.
Tanto le gusta a Cameron el ramen que lo hace con lo que tenga. En el vídeo que hemos rescatado de su cuenta de Instagram (donde tiene 8,6 millones de fans), explica que compra los fideos instantáneos y le añade un mix de salsas, verduras y, sobre todo, aderezos a su gusto.
Desde el primer frame, nos anima a hacer una receta propia con lo que más nos guste. Seguramente, si quieres copiar la suya, te toque hacer una mini-excursión a la tienda de productos orientales de tu ciudad, pero recuerda que el secreto de esto es poner lo que te apetezca.
¿Quizá esta noche puedas improvisar tu ramen? Fííjate en cómo la hace ella (y, después, lee los ingredientes y paso a paso que hemos transcrito para ti):
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La sopa ramen, según Cameron Diaz
Ingredientes:
– Fideos (pueden ser de trigo –fino o grueso-, de arroz, incluso de konjac)
– Caldo de pollo
– Zanahoria, apio, setas shiitake y brócoli, cortados en brunoise
– Una cucharada de ajo picado
– Una cucharada de chalota picada
– Una cucharada de jengibre fresco picado
– Una cucharada de cebolla frita
– Salsa sriracha u otra picante tipo tabasco
– Una cucharadita de aceite de sésamo
– Un huevo
– El zumo de media lima
– Una cucharadita de vinagre de arroz
– Cilantro picado para decorar
Paso a paso:
- Pon a calentar el caldo de pollo (un litro)
- Corta todas las verduras en brunoise (cubos pequeños y uniformes)
- Pela el jengibre fresco con una cuchara (truco totalmente random que copió de una cocinera que apareció un día en sus Reels) y pícalo muy pequeño
- Pica el ajo y la chalota
- Saltea primero las shiitake en cubitos hasta que estén tostados y resérvalos
- Saltea el brócoli, la zanahoria y el apio. Según se van haciendo, añade a poquitos caldo caliente de pollo para que se caramelice y potencie el sabor de la verdura
- Cuando la verdura esté hecha, añade las setas, mezcla todo y pon esa mezcla en un lado de la sartén
- En el espacio que queda libre, saltea el ajo, la chalota y el jengibre con una cucharada de aceite de sésamo
- A fuego medio, mezcla todo con un poco más de caldo y deja que reduzca
- Añade un trozo de mantequilla (Cameron sostiene que todo en la vida es mejor si le pones mantequilla…)
- Añade la salsa picante tipo sriracha y sube el fuego
- Cuando esté todo mezclado, y cuidando que nada se queme, se añadirá al caldo pero, primero, hay que hervir en él los fideos
- En la olla del caldo de pollo echa los fideos, dejándolos los minutos que indique el fabricante
- Echa un huevo crudo y sin batir al caldo y remueve sin parar hasta que se haga con el calor del caldo
- Si la pasta absorbe demasiado caldo, se puede añadir agua
- Para terminar, añade la mezcla de la sartén y remueve para integrar los sabores
- Sírvelo en un cuenco grande, exprime media lima por encima y, como topping, pon un poco de cilantro picado
Cuenco de cerámica para ramen, con palillos y cucharas, apto para microondas (26,99€) A la venta en Amazon.
Cocinar es darse amor
Viendo esta receta en vídeo se percibe claramente que a Cameron Díaz le encanta cocinar. Cuando corta las verduras, todas con el mismo tamaño y forma, es capaz de hipnotizarte, después lo prueba todo y baila de alegría de lo rico que le ha salido. Sus conclusiones son divertidas… y certeras:
Lo importante es que esté delicioso, no precioso. Cocinar para ti es darte autoamor y cocinar para tus seres queridos es la mayor muestra de cariño. Disfrutad de cocinar, aprovechad para concentraros porque eso os relajará del estrés diario, id probando sabores y no desaprovechéis las virtudes de la comida fresca cocinada por uno mismo”
¿Crees que le salió rico el ramen? Su baile en el cierre del vídeo lo dice todo.
