Hidratar la piel, cubrir la zona y sellar pero, sobre todo, no tocarlo ni tratar de explotarlo
Sí. Respira. Se puede tapar un grano hasta hacerlo casi invisible, pero tienes que seguir nuestras normas. Cuando te levantes por la mañana y, antes del café, descubras un grano frente al espejo, resiste la tentación de apretarlo.
Esto solo empeorará las cosas, ya que con la presión te arriesgas a extender la infección que subyace bajo él y que, en un par de días, te salgan uno o dos al lado.
Además, andar toqueteando los granos provoca que se cicatricen dejando una marca que luego te cuesta cientos de euros en inyecciones de hialurónico para rellenar o peelings de ácidos para borrar.
Tu misión es tratar de disimularlo. Ya sabes que existen productos especiales que, además de camuflarlos los curan, pero si no tienes uno a mano, tus armas imprescindibles serán: una hidratante libre de aceites, un maquillaje en stick o en crema y polvos sueltos, preferentemente con pigmentos amarillos.
A lo largo del día (y hasta que desaparezca), resiste la tentación de tocarlo o explotarlo. Existen productos que te ayudan a cicatrizarlo en tiempo record.
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