Todos los años nos pasa igual. Ante la estantería de los filtros solares, sabemos qué queremos (un solar fácil de aplicar, seguro y gustoso, que deje poco rastro blanco o ninguno) pero, de pronto, todo son dudas.
¿Puedo compartir mi crema de sol con los niños? ¿Me puedo poner el protector solar del cuerpo en la cara? Palabras mayores son empezar con la diferencia entre filtros físicos y químicos y con la relación óptima entre SPF y protección UVA.
Hoy desmentimos algunos de los bulos o falsos mitos más extendidos sobre la protección solar. Con la ayuda de Mª José Tous, farmacéutica, formuladora y fundadora de Kosei Labs y Rocío Franco, farmacéutica especializada en dermocosmética para Gisèle Denis, desvelamos toda la verdad sobre fotoprotección. ¡Atenta!
10 mitos sobre protección solar que todos creen pero son falsos:
- “Sólo hay que usar protector solar los días soleados”: No, hay que usarlos durante todo el año. Es clave recordar que la radiación ultravioleta penetra través de las nubes (hasta el 90%), el vidrio y el agua (a medio metro de profundidad, recibimos aproximadamente el 40% de la radiación UV). Si bien el sol es dañino durante todo el año, durante la primavera y el verano la cantidad de radiación que recibimos es aún mayor, debido al ángulo de incidencia, que va cambiando a lo largo del año y localización geográfica.
- “El SPF es el número de minutos que protege ese producto del sol”: No, el SPF es un número que indica cuál es el múltiplo de tiempo al que se puede exponer la piel protegida para conseguir el mismo efecto eritematoso que se obtendría si no se hubiese aplicado ninguna protección. Se obtiene realizando test in vivo con voluntarios sanos.
- “Un protector SPF 50 protege el doble que uno de SPF 25”: Esto no es cierto, no es un porcentaje que crezca exponencialmente: El SPF 2 bloquea el 50% de UV, el SPF 8 bloquea el 87,5% de UV, el SPF 16 bloquea el 93,6% de UV, el SPF 30 bloquea el 96,7% de UV, el SPF 40 bloquea el 97,5% de UV y el SPF 50 bloquea el 99% de UV.
- “Los filtros físicos reflejan las radiaciones, los químicos las absorben”: La absorción es una característica común a ambos tipos de filtro. Tanto químicos como físicos captan la luz UV y la convierten en calor, que es algo menos dañino. Parece que se ve con mejores ojos que un protector solar refleje la luz solar a que la absorba. Entendiéndose “absorber” como la penetración a través de la piel para producir algún tipo de daño en el organismo. Cuando se habla de que un filtro absorbe la radiación, nos referimos a un proceso químico y no a un paso a través de la piel. La única diferencia es que los minerales (físicos) dispersan el 5% de la radiación (y absorben el 95%).
- “Los filtros físicos son mejores porque son naturales”: Lo natural no tiene por qué ser mejor que lo sintético. Aun admitiendo que fueran mejores, los filtros físicos no son naturales. De hecho, pasan por un proceso químico para eliminar impurezas y a menudo, se utilizan recubiertos de productos sintéticos para evitar la “aglutinación” y los problemas de formulación, así como la película parcial e irregular que dejarían sobre la piel, comprometiendo la protección.
- “Los protectores a base de filtros físicos protegen más y mejor, que los de filtros químicos”: Los filtros físicos no dejan de ser partículas minerales y entre ellas siempre pueden quedar espacios por donde la radiación pasa sin problemas. Los filtros químicos son compuestos perfectamente solubles que cubren la totalidad de superficie cutánea, por lo que el daño en la piel se ve disminuido. Además, siempre se utiliza una combinación de estos últimos para actuar sobre todo el espectro UVA y UVB. Lo ideal es combinar físicos y químicos para obtener un producto homogéneo, sin huecos que permitan el paso de la radiación. Conjugarlos asegura muy buen nivel de protección para todo el espectro UVA y UVB, así como una buena sensación a la hora de aplicarlos porque no dejan residuo blanco, no pesan sobre la piel y se extienden fácilmente.
- “Con los filtros físicos no hay que esperar los 15 minutos que precisan los filtros químicos, porque protegen nada más aplicarlos sobre la piel”: Ambos tipos de filtro empiezan a funcionar desde el primer momento de la aplicación. Investigadores del Laboratorio de Fotobiología y Dermatología de la Universidad de Málaga han demostrado que son efectivos a los cinco minutos.
- “Los protectores solares con filtros físicos son más fotoestables, por lo que duran más en la piel y no precisan reaplicar”: Es cierto que algunos filtros químicos se descomponen con la acción del sol y dejan de ser eficaces, pero esto no significa que les pase a todos. Fotoestables o no, es recomendable aplicarlos cada dos horas, ya que la capa de protección puede agrietarse en los pliegues cutáneos, desaparecer con el roce de la toalla o la ropa e, incluso, disolverse por la sudoración, el agua del mar o la piscina.
- “Water-resistant es lo mismo que waterproof”: Water-resistant significa que el fotoprotector no ha perdido la capacidad protectora (su SPF) después de 40 minutos de natación o permanencia continuada dentro del agua. Waterproof significa que el fotoprotector actúa durante más de 80 minutos después de entrar en contacto con el agua.
- “Una vez bronceado, no hace falta protegerse más”: De eso nada. El daño solar se acumula y, aunque ya no te quemes, has de intentar que la radiación UV te llegue siempre en la menor dosis posible, estés moreno o no. Tampoco sirve como protección extra para no quemarse el hecho de ponerse autobronceador.