La vida al estilo noruego puede ayudarte a encontrar, en pleno confinamiento, ciertas dosis de felicidad
Muchos hablan del nesting como el nuevo hygge y puede que no les falte razón. Porque, al final, el nesting es el gusto por quedarse en casa, en un acogedor nido (nest es nido en inglés).
Y lo cierto es que, al final, con tanto autoconfinamiento, estamos realmente viviendo el nido como nunca antes lo habíamos hecho.
Los españoles somos de lanzarnos a la calle a la mínima de cambio. Nos gusta socializar, comer fuera, reunirnos al aire libre… Sin embargo, ahora no podemos (o debemos) hacerlo.
Seguimos, por supuesto, saliendo a resolver los recados importantes y hacemos ejercicio al aire libre pero, cada vez, nuestro ocio se reduce más al que podemos llevar a cabo dentro de las cuatro paredes de nuestra casa.
Aunque nos hemos acostumbrado a estar con móviles y pantallas –y hacer absolutamente todo frente a ellas- puede que el hastío y el cansancio psicológico esté empezando a pasar factura y sea el momento de desconectar y buscar disfrute 100% offline.
Según los resultados obtenidos en un estudio elaborado por el Consejo General de la Psicología de España (en colaboración con Sonae Sierra, compañía de centros comerciales), en este momento de la pandemia, la depresión es un síntoma bastante común entre los españoles.
El 40% de los encuestados presenta síntomas graves o moderados de depresión, tales como falta de interés en las actividades, desesperanza o decaimiento”
Se impone buscar cierto grado de felicidad, aislándonos del problema de salud pública actual. Y podemos hacerlo creando experiencias nuevas. Los recuerdos de las experiencias, ya sean grandes o pequeños, perduran en el tiempo y eso provoca felicidad. Hay que crear buenas experiencias, aunque sea dentro de casa. No tienen por qué ser experiencias grandiosas. Como decía, puedes sumarte a la corriente hygge (que preconiza la felicidad de las pequeñas cosas) y buscar momentos de satisfacción en la luz, algún sabor, los sonidos, olores o el simple tacto de una suave manta.
Sabemos que es difícil crear un oasis de bienestar en casa cuando la tienes invadida por las cosas del trabajo, los niños, etc. pero hay que intentarlo. Siguiendo la filosofía hygge de los daneses es posible, con cosas que ya tienes en casa o que son fáciles de conseguir.
Es una filosofía de vida que trata de buscar sensaciones que te produzcan placer o sosiego, fomentarlas y buscarlas en el día a día. Su origen está en Noruega, donde en invierno solo tienen cuatro horas de sol al día (con temperaturas siempre en torno a los 0ºC), lo que les obliga a pasar mucho tiempo en el interior. La atención a las formas de entretenerse en el hogar ha desembocado en este sistema de vida que persigue que una tarde en casa sea el summum del gustito.
Para ello, ponen los cinco sentidos a funcionar. Ejemplos de esta vida hygge son, por ejemplo, escuchar música en el sofá mientras tomas un golden latte y acaricias a tu perro (si no tienes perro, una manta de pelo).
Fuera del salón, puedes encontrar placer hygge en tu cuarto de baño, preparando una bañera calentita, a la luz de las velas, con tu sinfonía favorita de fondo. Tacto, olfato, oído están implicados y es que se trata de estimular los sentidos para obtener esos pequeños momentos de felicidad.
El estilo de vida hygge se sostiene sobre unos pilares sencillos y lo que busca es vivir con mayor optimismo, positividad y tiempo para uno mismo, alejado de las obligaciones y de la hiperconectividad.
Si no te convence esta filosofía, ahí va un dato: Noruega es el país más feliz del mundo. Y una de las regiones con mejor calidad de vida según el ‘World Happiness Report’ que cada año elabora Naciones Unidas. Esto es, en parte, gracias al hygge, la corriente que busca la felicidad, la relajación y una experiencia hogareña reconfortante.
El objetivo (ampliamente alcanzado por ellos) es alejarse del estrés y fomentar un ambiente en el que el confort lo sea todo. Para ello, los cinco sentidos cuentan:
¿Quieres hacer de tu salón un paraíso hygge? Mira estas ideas que hemos seleccionado para ti:
L’OCCITANE Vela Cocon de Sérénité en azul relajante (22€ / 140g) Une el aceite esencial de lavanda con un cóctel de bergamota, mandarina, naranja dulce y geranio.
GRÄFENSTAYN Manta de microfibra de franela con aspecto de piel de cordero (31,99€) Ideal para el sofá por su medida: 200 x 150 cm.
Taza de cerámica blanca con el lema “Just breathe” (14,61€).
CALM CLUB Kit de punto para hacer tu propia manta (82,99€). Incluye siete ovillos, aguja de bambú y guía.
THIS WORKS Difusor portátil Scent Well (62,45€) Con una función de apagado inteligente que se activa después de una hora.
NEOM Scent to De-Stress Essential Oil Blend (22,95€) Gotero con una mezcla de 24 aceites esenciales combinados para ayudar a eliminar la sensación de estrés.
URANO Ciudades fabulosas: Un libro para colorear lugares fabulosos reales e imaginarios (11,87€)
AIQIANXIN Juego de 72 lápices de colores (17,99€).
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