¿Se pueden operar las ojeras? • Guapísimas

Si hay algo de lo que se quejan la mayoría de las mujeres (jóvenes y, sobre todo, en la etapa de los treinta y cuarenta) es de las ojeras.

El color morado o marrón y el surco que se crea –y hace que ese tono se vea más oscuro aún- hace cara de cansada a quien las tiene y, aunque el color se puede tapar y el surco iluminar, de forma que ópticamente se difuminen, a veces no hay más remedio que recurrir a tratamientos.

Los que mejor quedan buscan rellenar la zona de la ojeras, con ácido hialurónico (como te contamos en este otro post) y también con grasa propia.

El Doctor José María Franco, cirujano plástico con clínica propia en Avenida Doctor Arce, 27 (Madrid), nos cuenta una de las claves para intervenirlas y, de esa forma, eliminarlas.

Pero primero, entendamos mejor por qué hay un surco en esa zona que conviene rellenar. “La ojera se produce cuando el surco nasoyugal es más notorio debido a un hundimiento pronunciado del mismo, unido habitualmente a una hiperpigmentación de la zona”, explica en Dr. Franco, que añade: “Suele asociarse popularmente a estados de cansancio, aunque generalmente viene determinado por cambios anatómicos que, en muchas ocasiones, son hereditarios”.

Es decir, que en la ojera cuenta mucho la genética, menos la acción del exposoma y algo el inexorable paso del tiempo.

Ojera, no bolsa

Muchas mujeres notan su cara cansada y llaman ojera a lo que en realidad es una bolsa.

Las bolsas que aparecen en el párpado inferior, conocidas como palpebrales, se forman cuando se hernia la grasa periorbitaria por una debilidad de una estructura anatómica denominada como septo orbitario”

Tratamiento contra las ojeras

Los expertos están de acuerdo en que para el tratamiento de la ojera, lo más indicado es llevar a cabo una terapia de relleno.

“Puedes usar ácido hialurónico, pero yo prefiero realizar un injerto de grasa autóloga (técnica de lipofiling) que, además de corregir el hundimiento de la ojera, mejora la coloración de la misma. Los injertos de grasa en esta zona permiten conseguir un resultado más natural y duradero”, asegura el Dr. Franco.

La zona de la que se suele obtener esa grasa para injertar es alrededor del ombligo o en los flancos, donde está la mejor donadora.

Menos ojeras, menos michelín. Un win-win de belleza que merece la pena contemplar.